Cómo funciona el desdoblamiento del tiempo, los viajes en el tiempo y cómo conectar con tu gemelo cuántico

Jean Pierre Garnier, físico nacido en Francia en 1940, sostiene una poderosa teoría: el desdoblamiento del tiempo. En ella afirma que nuestro poderoso cuerpo tiene la increíble capacidad de viajar en el tiempo hacia el futuro, restaurarlo y regresar al presente para vivirlo. ¿Cómo es esto posible? En este artículo queremos contarte todo lo que debes saber sobre los viajes en el tiempo, cómo nos pueden ayudar y en qué consiste el desdoblamiento del tiempo.

El tiempo y el desdoblamiento del tiempo

Digamos que el tiempo, como tal, es una magnitud del mundo físico que se puede medir por la duración o separación de acontecimientos. Gracias al tiempo podemos ordenar todos aquellos sucesos en secuencias, estableciendo así una escala de pasado, presente y futuro.

Imagina ahora que hay un tiempo consciente y otro que existe en paralelo, que es imperceptible, cuya experiencia se transforma y forma parte del tiempo presente. Por ejemplo, en el tiempo imperceptible fabricarás el futuro, y el tiempo consciente es aquel en el que, en su debido momento, realizarás ese futuro que has fabricado.


Así pues, el desdoblamiento del tiempo puede ser una teoría confusa y difícil de comprender, pero no es nada más y nada menos que el descubrimiento de un gemelo cuántico.

El viaje empieza en un espacio imperceptible en el tiempo. Igual que cuando vemos una película y perdemos imágenes. El tiempo sucede entre dos instantes que se pueden percibir, pero en el que siempre hay uno que se pierde. Esa es, precisamente, la teoría del desdoblamiento del tiempo de Jean Pierre Garnier.


En esta teoría, Garnier prueba científicamente que los humanos vivimos entre el tiempo real y el tiempo cuántico. Este presenta infinidad de estados potenciales que son prácticamente imperceptibles y que van transmitiendo lo mejor de él al presente. Quizás, si has visto la serie Dark en Netflix, puede resultarte familiar.

Jean Pierre Garnier



Aperturas temporales

Como sabemos, el tiempo se mide de manera continua en el mundo consciente, pero hay pequeños instantes imperceptibles en los que el pasado y el futuro realizan un intercambio. Así es como se reconoce a las «aperturas temporales«. Estas nos proporcionan instintos vitales e intuiciones. Somos energía y cuerpo conectados entre sí.


Digamos, por ejemplo, que entre los dos tiempos existe un segundo en un tiempo consciente, mientras que en el tiempo imperceptible tenemos miles de millones de segundos en el que podemos hacer cosas. El resultado de la experiencia la pasamos luego al tiempo consciente, aunque no seamos capaces de recordarlo.

Para demostrar esta teoría se usan los diagnósticos por imágenes. En ellos se puede determinar cómo en nuestro cerebro aparecen imágenes intermitentes. De esta manera, entre el yo consciente y nuestro gemelo cuántico se produce un intercambio de información que nos ayuda a anticipar el presente a través de la memoria del futuro. Esto se denomina «hiperincursión» en Física. Además, hay que recordar que existe otra propiedad crucial: la dualidad de la materia. Por eso, podemos decir que una partícula es a la misma vez corpuscular (materia) y ondulatoria (energía).



Cómo asimilar la información

Es cuando estamos dormidos cuando nuestro cerebro desarrolla su máxima actividad. En el momento en el que estamos profundamente dormidos se produce ese intercambio entre el cuerpo y la energía. De esa manera se transmite la información que nos permite arreglar el futuro que se creó durante el día. Así, al día siguiente la memoria está transformada. Es el agua de nuestro cuerpo el canal de intercambio de la información. En ese flujo de datos es donde se generan la intuición y el instinto de supervivencia.

Y ¿cómo podemos mejorar nuestra conexión con nuestro doble cuántico? Es un poco difícil de controlar, pero antes de dormirnos podemos conectar con él para pedirle ayuda. La noche facilita el borrado de potenciales no deseados y guiar los pensamientos del siguiente día. No se trata de una oración, sino de una relación en la que conectar.

Cómo conectar con tu gemelo cuántico

Jean Pierre establece que nuestra parte energética puede viajar a la velocidad de la luz entre las distintas percepciones del tiempo. Nuestro doble cuántico es nuestro «yo» que habita en una dimensión diferente. Con los pensamientos podemos crear realidades potenciales. De esta manera, con los pensamientos podemos enviar señales a nuestro gemelo cuántico, aunque no seamos conscientes de ello. Esto sucede porque nuestro doble absorbe toda la información de nuestros diferentes estados.

Conectar con nuestro doble cuántico puede ser sencillo al seguir algunas rutinas. En primer lugar, es importante estar bien hidratados a la hora de irnos a la cama, ya que la conexión es a través de las células, del agua. De igual modo, debemos mantener una comunicación a través de la vibración, por eso es importante que realicemos ejercicios de respiración y meditación para concentrarnos en transmitir lo que queremos a nuestro doble cuántico. El siguiente paso resultará de crear pensamientos sobre aquello que deseemos en forma de frases afirmativas, dando por hecho que sucederá y visualizando cómo nos sentiremos cuando suceda.

Hay que destacar que todo aquello que pensemos o deseemos deberá ser para nosotros mismos. Es decir, no podemos pedir nada para otra persona, ya que nuestro doble cuántico no puede arreglar a otra persona, solo a nosotros mismos. Y, siempre, agradece a tu doble por todo el bien que te aporta. Estar en paz y agradecido es primordial para que la relación se fortalezca. Las respuestas de tu doble pueden aparecer en sueños, otras personas o aparentes casualidades. Debemos estar tranquilos y confiados de que todo saldrá bien. Hay que vivir en armonía para que los cambios se puedan llevar a cabo con amor.

No olvides que, si puedes enviarle a tu gemelo cuántico que habita el “futuro” información específica sobre tus deseos, puedes ayudarte a ti mismo a construir en tu realidad física aquella vida que anhelas. La teoría de Jean Pierre Garnier sobre el desdoblamiento del tiempo afirma que tenemos un poderoso cuerpo que nos permite viajar hacia el futuro, para restaurarlo y regresar al tiempo consciente para vivirlo.

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