La verdadera inteligencia es bondad, paz, amor y armonía Aunque no podamos creerlo y de ahí provienen todos nuestros males, nosotros ya somos la plenitud, la felicidad. Mira y reconoce lo que te sobra empezando por tu psiquismo, mira lo que piensas y no dejes que esas ideas muertas y heredadas manejen tu vida. Te dejamos siete sencillas palabras que facilitan maneras de darte cuenta de lo que te estás perdiendo.
MIRA
Mira a tu alrededor con ojos nuevos porque nunca miramos de verdad con plena atención, mira una hoja de un árbol hasta que veas todos sus finos nervios, cada detalle. Camina y mira con precisión todo cuanto aparece ante tus ojos, siempre es nuevo aunque tu pensamiento lo clasifique como rutinario se equivoca. Sal de tu casa y aunque sea sólo a comprar el pan haz el camino mirando, fíjate en tus compañeros de trabajo, amigos, observa tus relaciones dándote cuenta de cada detalle y verás que diferencia. ¡Disfruta cada instante!
TOCA
Da abrazos sentidos y cuando beses a alguien aunque sea un simple saludo hazlo con atención, con sentimiento. Si tienes un animal de compañía acarícialo con ternura. Mueve entre tus manos un pañuelo de seda, una lana suave, el tronco de un árbol, el musgo, las piedras o agua. El tacto agudiza nuestra sensibilidad y nos conecta con la naturaleza de las cosas.
ESCUCHA
Una de las cosas que nunca escuchamos es el silencio, hacerlo, percibirlo, es entrar en la quietud y la paz que nos rodea. Escucha lo que te dice la gente, lo que realmente están diciendo no lo que tu pensamiento adelanta o interpreta, escucha con todos tus sentidos. Percibe cada nota de una canción. Escucha tu voz interna. El murmullo de las hojas que mueve el viento, el croar de las ranas. Los sonidos de los pájaros, el crujido de la madera ardiendo en una chimenea… Pon tu corazón a escuchar la sinfonía de la vida.
SIENTE
Métete hasta el fondo, sumérgete en el dolor, en ese estado profundo de unión con tu verdadero ser, descubre ese inmenso tesoro. Experimenta el gozo que te lleva a estados de plenitud. Permítete reír y llorar, siente el amor desde lo más profundo de tu corazón. Entrégate a la belleza de la vida y de la naturaleza. Mira sin juzgar tu ira, tu miedo, tu rabia y hazte uno con esos estados. Siente, percibe y vive.
INTUYE
Sabemos en cada instante lo que necesitamos saber . La cosquilla interna que todos hemos sentido te marca el camino, te pone en la dirección de la verdad y ella aparecerá ante ti clara y todo acontecerá de manera adecuada si no te adelantas e interpones tus juicios llenos de miedo y errores. No dudes. Aprende a permanecer sereno, te pierdes cuando desconoces o niegas tu intuición. Sólo tú sabes lo que es mejor para ti. Si consumes, sin darte cuenta, todo tu día pintando, eso es lo que debes hacer. Si te encanta caminar al lado del mar o en por el bosque, encuentra la forma de hacerlo. No te dejes llevar por los demás, tú eres único y debes confiar completamente en ti.
COMPARTE
Con todos los seres a los que amas y también, cuando tengas ocasión, con personas desconocidas, comparte una mirada al cruzar la calle, una tierna sonrisa, una palabra. Toma un té o cualquier aperitivo acompañado, cocina y come en compañía, pasea con otro, conversa y habla. Leer en voz alta para otros es una bella forma de acercarnos. Celebra que tu pelo, tu piel, tu cuerpo y tus historias son diferentes a las de los otros y a la vez son muy parecidas.
AGRADECE
Acepta los cumplidos con alegría. Recibe lo que aparece en cada momento: la voz que necesitas oír, el abrazo que te dan, ese momento para conversar, la comida en tu mesa, el dinero que necesitas. Ábrete a recibir, extiende tus manos para que sean colmadas de abundancia. Recibe todas las cosas buenas que mereces y recuerda mostrar gratitud por tu vida. Da siempre las gracias.
