Largas horas frente a la pantalla del ordenador, del teléfono móvil o la televisión, se han convertido en hábitos frecuentes tanto en el entorno laboral como en el ocio. De hecho, el 70% de la población sufre fatiga ocular debido a la exposición excesiva a las pantallas, que puede llegar a provocar sequedad e irritación ocular.
Y es que el sentido de la visión es esencial para el ser humano puesto que más del 80% de la información que se recibe es a través de los ojos, por lo que es muy importante prevenir posibles afecciones y cuidar la visión.
En este sentido, una de las afecciones oculares más frecuentes hoy en día es el síndrome del ojo seco que, aunque suele ser más común con la edad, es frecuente que se presente en personas que gozan de buena salud ocular. Este síndrome se produce cuando el ojo tiene escasez o falta de lágrima y provoca desde escozor o sensación de quemazón hasta disminución de la agudeza visual, dolores de cabeza o mareos. Para evitar estos molestos síntomas hay una serie de recomendaciones fáciles de seguir:
- Como mínimo, una revisión oftalmológica semestral para evaluar el estado de salud visual y recibir las recomendaciones de un especialista.
- Es fundamental mantener una correcta higiene ocular que elimine las partículas y cuerpos extraños. En la misma línea, los usuarios de lentillas deben desinfectarlas cada día y limitar su uso a un máximo de 12 horas sin olvidar retirarlas antes de dormir.
- Es recomendable parpadear puesto que permite la lubricación ocular y, sin ella, aumenta la sequedad pudiendo originar molestias visuales. Por ello, se deberían realizar descansos periódicos de la actividad visual y no mantener la vista fija durante periodos largos de tiempo.
- La alimentación también influye en la salud ocular. Por eso, es importante incorporar en la dieta productos ricos en vitaminas A, E, C y antioxidantes como las zanahorias, las verduras de hojas verdes o frutas como los albaricoques, las cerezas, las naranjas y las fresas… Los ácidos grasos Omega-3 también pueden ayudar a protegernos del síndrome del ojo seco.
- En la medida de lo posible, se debe evitar el humo del tabaco puesto que perjudica la salud ocular. El humo, al estar en contacto continuo con el ojo puede provocar desde la aparición de irritaciones o conjuntivitis, entre otras patologías.
- El uso de gafas de sol con cristales homologados y filtro solar también es aconsejable, incluso en invierno, puesto que ayudarán a aislar la zona ocular de la radiación UVA y UVB incluso en los días nublados.
- Otra pauta recomendable es mantener una iluminación adecuada, evitando tanto la luz muy brillante o fluorescente como la penumbra.
- También es importante vigilar la climatización de los espacios cerrados y recurrir a un humificador en los meses de invierno puesto que el uso excesivo de la calefacción puede inducir al “síndrome del ojo seco”, por lo que se recomienda mantener una temperatura media de entre 21 a 25 grados.
- Adicionalmente, la homeopatía es una opción para aliviar los síntomas del ojo seco siembre bajo el consejo del profesional sanitario que estudiará las características de cada paciente.
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