Las plantas medicinales son muchísimas y existe una amplísima gama para los diferentes tratamientos de enfermedades, dolencias, trastornos y problemas que podamos tener con la salud. Aunque en apariencia todas resultan similares, hay plantas que poseen activos que tienen propiedades únicas por ejemplo para el insomnio y es bueno combinarlas consultando antes siempre al herbolario.
De hecho, los trastornos del sueño pueden volverse crónicos y persistir durante meses, años incluso, y sus causas son, en la mayor parte de los casos, psicológicas. Dormir mal repercute poder desempeñar con normalidad nuestras tareas diarias y a la larga tiene consecuencias sobre la salud. Por eso os recomendamos las plantas más efectivas contra el insomnio.
Espino blanco: acción sedante sobre el sistema nervioso central
La composición del espino blanco incluye numerosos tipos de principios activos como los flavonoides que actúan como reguladores del ritmo cardíaco, reducen las palpitaciones y la percepción exagerada del ritmo cardíaco en personas ansiosas y nerviosas, ejerciendo una acción sedante sobre el sistema nervioso central. La acción del espino blanco puede mejorarse combinándolo con la acción conjunta de otras plantas sedantes.
Melisa: calmante y ansiolítico
La melisa se cultiva desde siempre por sus virtudes relajantes y sus propiedades digestivas. Contiene ácidos fenólicos (en especial el ácido rosmarínico), los flavonoides, triterpenos y glucósidos de monoterpenos. Los estudios experimentales han confirmado que la melisa tiene acción sedante y ansiolítica. Y se confirmó que es capaz de mitigar el estrés de forma significativa y mejorar el estado de ánimo, al tiempo que inducir al sueño.
Amapola de California: sedante e hipnótica
La amapola de California lleva usándose desde hace muchos años como remedio popular por sus efectos analgésicos y sedantes. Ha sido objeto de numerosos estudios que han demostrado que sus principios activos como los alcaloides están indicados en el tratamiento sintomático de estados leves de ansiedad y, sobre todo, en trastornos menores del sueño y el nerviosismo. Ayuda a dormir y reduce los desvelos nocturnos y las pesadillas.
Matricaria: relajante y sedante
La presencia de flavonoides, como la apigenina, explica sus efectos calmantes sobre la agitación nerviosa y en síntomas de depresión como el insomnio.
El tilo se ha usado desde tiempos inmemoriales para tranquilizarse y ayudar a coger el sueño. De modo general, esta planta influye sobre el equilibrio nervioso gracias a sus virtudes antiespasmódicas, calmantes y sedantes.
Dentro de sus principios activos con actividad terapéutica destacan los polifenoles, polisacáridos y su aceite esencial. Además, el farnesol es el que le otorga gran parte de sus propiedades. De hecho, este compuesto se combina con los receptores de benzodiacepinas presentes en el cerebro, los mismos receptores que tienen por objetivo los fármacos o las sustancias ansiolíticas. El efecto relajante del tilo se observa también sobre el sistema digestivo.