Con la llegada del verano la gama de actividades deportivas es muy amplia y atractiva para aliviar la subida de las temperaturas. Natación, surf, windsurf, kite surf, rafting, piragüismo, sky acuático, vela, etc., todos aquellos deportes en los que el denominador común es el agua y en los que el deportista realiza una actividad física intensa en ella. No obstante, a pesar de que el mar, los ríos, los lagos y las piscinas se asocian a un ambiente lúdico, la realidad es que no están exentos de riesgo. Ahogamientos y traumatismos al practicar deportes náuticos suponen una tasa de morbilidad y mortalidad nada despreciable. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2009 se registraron 432 fallecimientos derivados de un accidente acuático.
A veces, los accidentes acuáticos causan daños de gravedad. Son muchas las lesiones medulares debidas a una «mala» zambullida y las más frecuentes en varones de los 15 a los 30 años. Tirarse de cabeza sin comprobar la profundidad puede producir una hiperflexión o una hiperextensión del cuello que ocasiona un daño medular que puede ser irreversible. Según la Asociación para el Estudio de Lesiones Medulares (Aesleme), los «malos» chapuzones provocan el 6,5% del total de lesiones medulares registradas en España, con unas 50 víctimas anuales, de las cuales, el 90% sufren tetraplejia o hemiplejia.
Con respecto a las causas de ahogamiento por sumersión son distintas, según la franja de edad. Así como en los más pequeños se encuentran la falta de vigilancia por parte de los cuidadores y la existencia de objetos atractivos en el agua o cerca de ella; cuando son más mayores la causa primera es la excesiva confianza en sus capacidades nadadoras. Sin embargo, en la adolescencia, los factores de riesgo implican comportamientos temerarios como la ingesta de alcohol o de estupefacientes. Para evitar estos riesgos, se recomienda la vigilancia extrema por parte de los adultos. En la misma línea, también es importante respetar las horas de la digestión, así como el uso de gorro para proteger la cabeza de posibles insolaciones.
Después de realizar una actividad deportiva intensa como son los deportes acuáticos, es recomendable relajarse mediante un masaje con Árnica Gel, de Laboratorios Boiron, y cuya composición es a base de árnica montana.
Al finalizar la actividad acuática, también es habitual la irritación ocular puesto que en el medio en el que se desarrollan está implicados agentes irritantes como el salitre del mal, el cloro de las piscinas, así como el polvo, viento o la arena. En caso de irritación ocular es recomendable el lavado ocular mediante una solución oftálmica como Euphralia, también de Boiron.
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