Un planeta asolado por el fuego alerta sobre la gravedad del cambio climático

 

La NASA publicaba recientemente que “vivimos una época marcada por el fuego, donde las llamas y el humo son un elemento más de nuestro planeta”. La imagen del satélite que ilustra este artículo es real, no es un dibujo. Visto globalmente podemos observar anonadados el calibre del problema que tenemos en el mundo entero. Todos esos puntos rojos son fuegos. La gran tristeza de ver arder la selva amazónica nos ha asolado a todos. La respuesta de los gobiernos de los países que más contaminan hay que exigir que sea inmediata, no se puede esperar más. Y como reclaman las pancartas de algún activista “No tenemos un planeta B”. Estamos todos en peligro ¡Arde hasta Siberia!

Brasil, un país está en llamas.

Brasil ha saltado a los medios de comunicación tras llevar varios días con un incendio devastador del que ni siquiera se informó al principio de propagarse, fue en São Paulo. Se quedaron sin luz y la población tuvo que lidiar con la oscuridad que se produjo por la mezcla de un frente frío con la nube de humo de los incendios forestales que asolan el país.

En lo que va del año 2019 los incendios forestales han aumentado un 83% respecto al mismo periodo de 2018. Las imágenes de los satélites aseguran que se han producido unos 72.800 focos, de los que un 52.5% están ubicados en la región amazónica, según la NASA. En todo el año pasado, hubo 39.759 puntos calientes, un 54% menos aun sin haber finalizado este año.

Parte de los incendios han afectado a 68 áreas protegidas por ser reservas naturales o indígenas, principalmente en la Amazonia. Este hecho llevó a algunos de sus estados, como Amazonas y Acre, a declarar la situación de emergencia por los posibles efectos del humo. Entre las consecuencias medioambientales, los fuegos del mes de agosto han provocado las emisiones de dióxido de carbono más altas registradas desde 2003, según el científico de Copernicus, Mark Parrington.

Pero, los incendios no son los únicos responsables de la devastación de la selva amazónica porque el aumento de la deforestación y los ataques contra las poblaciones indígenas son habituales alcanzando sus efectos negativos a todo el planeta. Además de los fuegos en Brasil, en Bolivia se han quemado más de medio millón de hectáreas, y la masa de humo que desprende el fuego cubre todo el país y se extiende a Paraguay y parte de Brasil.

El fuego asola hasta Siberia

Desde principios del mes de agosto, esta vasta región geográfica se encuentra cubierta por el fuego. El 11 de agosto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de que el humo por los incendios se extendía por más de 5 millones de km². Para hacerse una idea la Unión Europea son 4,5 km², y el humo daría para ocupar 10 veces España.

Las previsiones son catastróficas. El Gobierno ruso, que continúa sofocando las llamas, es pesimista, y prevé que los fuegos continúen activos hasta febrero del año que viene. Un problema local que tiene consecuencias globales. Siberia, que normalmente está congelada, es clave en el sistema de enfriamiento del planeta. En cambio, ahora arroja enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global y agravando la crisis climática. Greenpeace ha alertado sobre que el incendio está emitiendo “más de 166 millones de toneladas de CO2, casi lo mismo que 36 millones de automóviles al año”.

España ardiendo

En tan solo siete días, de sábado a sábado, la isla de Gran Canaria ha sufrido tres incendios. El primero afectó a unas 1.000 hectáreas, mientras que el segundo en torno a las 200. El tercero, el peor de todos, se declaró estabilizado aunque seguirá sin estar extinguido durante un tiempo, con la posibilidad de sufrir reactivaciones debido al calor y la sequía.


Si unimos los tres, son unas 11.000 hectáreas calcinadas, entre ellas el parque natural de Tamabada, con especies únicas. Fueron evacuadas unas 10.000 personas. En 2007 ya ardieron 18.000 hectáreas con un zoológico con los animales dentro.

Portugal con personas fallecidas

Nuestro país vecino es un ejemplo de la influencia de la crisis climática. En Portugal, en 2017, hubo, como todos recordamos un incendio forestal de magnitudes alarmantes, hubo 64 personas fallecidas, incluida un bombero.
Aquel evento fue especialmente significativo: 5.000 hectáreas ardían en tan solo una hora cuando eso suele ocurrir en varios días. Los incendios son cada vez más grandes y devastadores a causa del calor extremo y la sequía, fenómenos potenciados por el cambio climático.

Continuos incendios en California

En el estado de California, en Estados Unidos son continuos los incendios los peores los ocurridos en 2018, la fecha más terrible para ese estado americano en toda su historia. En total, hubo unos 8.500 incendios que afectaron a más de 760.000 hectáreas. Murieron 100 personas y más de 22.000 viviendas quedaron destruidas. El llamado ‘Camp Fire’, ocurrido en noviembre de ese año, ha sido hasta la fecha el peor de la historia de California, con 62.053 hectáreas quemadas, 187.000 estructuras destruidas y 85 personas fallecidas. Estuvo activo 229 días. Los daños económicos causados los incendios ascienden a cifras astronómicas de 10 dígitos.

Crisis climática = incendios forestales

Una larga lista de daños materiales, medioambientales y personales son producidos por los incendios forestales. Personas; fauna y flora a veces protegida o en peligro de extinción; casas derruidas; paisajes verdes calcinados, son algunas de las peores consecuencias. Sin embargo, sus secuelas van más allá y alcanzan una dimensión global.

Hay que tomar conciencia de la enorme gravedad que suponen, es necesario entender sin ningún tipo de reserva que los incendios y el calentamiento global derivan en un cambio climático porque están estrechamente relacionados y se retroalimentan. Los episodios de altas temperaturas y sequías, potenciados por la crisis climática, crean condiciones ideales para la formación de incendios y que se propaguen con mayor virulencia siendo más difíciles de extinguir. Los incendios forestales contribuyen al calentamiento global al emitir grandes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

La NASA avisa que sus satélites reflejan un mundo marcado por el fuego. “Un mosaico global de llamas y humo impulsado por las estaciones y la actividad humana”. Así aparece en la foto que ilustra este artículo y en la que se puede comprobar que el mundo está lleno de miles de puntos rojos y que cada uno de ellos representa un fuego.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático lleva décadas planteándolo. Su informe especial de 2018 sobre la limitación a 1,5 º C el aumento de la temperatura la prueba definitiva. El planeta ha experimentado una subida de 1 º C respecto a niveles preindustriales, y los eventos meteorológicos extremos como sequía, ciclones, incendios…ya son visibles Permitir que aumente otro grado cambiaría radicalmente la sociedad que conocemos hoy y la vida en este planeta que habitamos estaría en peligro.

Fuente: https://www.lamarea.com/

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