Aquí tenéis una serie de consejos muy buenos para poner en práctica cuando entramos en estados depresivos o incluso para personas que ya tengan diagnosticada una depresión. Poner conciencia en nuestra vida siempre nos ayudará a tener herramientas adecuadas de las que podamos servirnos. Aquí os dejamos algunas.
- Activación conductual
Es esencial para poder superar una etapa de desánimo y pérdida de interés por las cosas el realizar actividades que te hagan sentir algo mejor. Si bien es verdad, que cuando se está deprimido no tienes ganas ni crees que el hacer actividades te sirva para nada, no obstante, la ejecución de actividades deja acrecentar tu nivel de energía física y mental, desenfocar la psique de los pensamientos negativos obsesivos. La activación conductual junto con el cambio de los pensamientos negativos son las claves más importantes para superar la depresión según los psicólogos.
- Pensamientos positivos
Esta práctica es la más usada por los Psicólogos de orientación cognitivo-conductual. Consiste en aprender a identificar los pensamientos negativos, que acostumbran a tener carácter automático y semi-inconsciente. Generalmente son breves y muy tóxicos, por servirnos de un ejemplo Una vez identificados debes aprender a sustituirlos por otros pensamientos que tengan carácter realista, lógico, racional y positivo. Pensamientos positivos para superar la depresión.
- Desarrolla tu autoestima
La autoestima es a la salud mental lo que un sistema inmunológico supone para el cuerpo físico. Con un buen nivel de autoestima se hace muy difícil que se desarrolle la depresión. La autoestima está sostenida en un buen autoapoyo dónde nos valoramos y permitimos nuestros defectos. La práctica esencial para desarrollar la autoestima consiste en la identificación y supresión de los pensamientos autocríticos. El mayor enemigo de ti eres tú mismo. El tratarte bien, como lo haría un buen padre que te transmite su cariño, apoyo y valoración, es clave a fin de que puedas desarrollar tu autoestima.
- Trabaja la asertividad
La asertividad es la capacidad para saber defenderte de manera no violenta a las presiones, exigencias o bien abusos del resto. Si tienes complejidad para reafirmar tus puntos de vista ante los demás, saber decir “no” a una petición exagerada, o bien tomar ideas con los demás, posiblemente precises aprender a desarrollar tu asertividad. Para muchos psicólogos el desarrollo de la asertividad es esencial para mejorar la autoestima y superar la depresión.
La asertividad es la capacidad para proteger los propios derechos. Una persona asertiva es capaz de expresar sus necesidades de una forma edificante y firme pero no violenta.
- Entrena tu inteligencia emocional
El saber admitir y tolerar los diferentes estados emocionales, aunque sean negativos, va a ser una de las mejores ventajas con las que puedes contar en la vida. Si tienes ansiedad, tristeza, temor o rabia y puedes observarlo sin que estas emociones te desborden, serás una persona con una buena capacidad de autocontrol. Y claro, si sabes tener tolerancia y aceptación de las emociones negativas, podrás tener una mayor capacidad de disfrute de las positivas.
La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, admitir y potenciar las emociones propias y ajenas. Una buena inteligencia emocional mejora y enriquece las relaciones personales.
- No evites situaciones, aunque no te gusten
No huyas de aquellas situaciones que suponen un elevado nivel de malestar, un encuentro con personas que me hacen sentir inseguro por ejemplo. La evitación es un mecanismo de defensa que “protege” en un corto plazo de no experimentar miedo o ansiedad, pero a medio plazo puede tener un efecto devastador en nuestras vidas ya que cualquier objetivo que suponga un cierto grado de temor es evitado y con esto frustrado. Es evidente que la depresión se alimenta de la inseguridad y el afrontar las situaciones que nos dan miedo nos va a aportar un sentimiento de seguridad y competencia que es valiosísimo para superar la depresión.
- Establece metas, objetivos alcanzables y realizables
Una de las características típicas de la depresión es la pérdida de interés por alcanzar objetivos. Las personas siempre necesitamos tener metas, mayores o menores, que poder lograr en la vida para estar ilusionados y estimulados. Establecer objetivos es un procedimiento habitual en la terapia psicológica.
El tener objetivos en la vida produce una ilusión de futuro que es vital para combatir la depresión.
- Aprende a relajar cuerpo y mente
Esta técnica es esencial para que aprendas a aflojar tus músculos y tu mente. Cuando el cuerpo está relajado, tu aptitud psicológica es más tranquila y tus pensamientos son menos negativos.
La práctica de la relajación tiene múltiples efectos psicológicos muy positivos, suprime el agobio, la ansiedad y mejora el ánimo.
- Practica la meditación
En los últimos años se han multiplicado las investigaciones de los psicólogos sobre la efectividad de la práctica de la meditación o mindfulness (atención plena). Sus efectos son muy positivos para el tratamiento de la ansiedad, las obsesiones, los pensamientos recurrentes, las recaídas de tipo depresivo, las enfermedades psicosomáticas, y por norma general para el desarrollo de la capacidad de aceptación y tolerancia tanto del dolor físico como cualquier género de malestar emocional.
Los psicólogos están introduciendo en los últimos años la práctica del mindfulness con unos espléndidos resultados para mejorar la ansiedad y la depresión.
- Descansar bien, dormir es muy importante
Es muy común que las personas que padecen depresión y otros trastornos afectivos, tengan tendencia a no dormir bien, se puede dar el caso de que duerman pocas horas, que lo hagan de forma discontinuada, o que tengan alterado el ritmo circadiano (es el encargado de regular los ciclos de sueño y vigilia), y en un 90% de los casos estas alteraciones del sueño, son parte del trastorno de depresión, y al mismo tiempo son causa del mismo, o ayudan en gran medida a potenciarlo
A nivel cerebral, no podemos olvidar que el sueño tiene un papel fundamental, ya que mientras dormimos tenemos una mejor circulación del líquido cefalorraquídeo, de forma que el cerebro se limpia de toxinas y sustancias dañinas que se producen durante día, a consecuencia del estrés y problemas varios e incluso por causa de la propia excreción celular. Mientras dormimos el cerebro se limpia de dichas sustancias nocivas. Por eso es importante caminar mucho o hacer ejercicio físico porque al cansarnos facilitaremos el sueño profundo.