Una alimentación combinada con dietas de diferentes países se empezó a instaurar en España a principios del siglo XXI. Con el cambio de centuria y comienzo de milenio el consumo de alimentos orientales de diferentes países asiáticos comenzaron a alternarse con nuestra dieta mediterránea habitual. La alimentación oriental, vino para quedarse, sobre todo la japonesa y tailandesa proliferando numerosos restaurantes con exquisitos y saludables platos de estas culturas. Hemos confeccionado una lista con 7 consejos y recomendaciones sencillas para ir incorporando en nuestra vida y en nuestra dieta.
1-No beber líquidos fríos durante las comidas
Una de las costumbres occidentales es beber agua fría o un refresco en las comidas, con sólo cambiar este hábito habrá una mejor digestión de los alimentos. Limitando ingerir líquidos durante las comidas se evita diluir las enzimas digestivas que son tan importantes para una buena digestión. El té verde u otros tés calientes antes de una comida favorecen la actividad enzimática y ayudan a mejorar tus capacidades digestivas. Es mejor beber líquidos 30 minutos antes o después de las comidas, no durante.
2- La sopa de miso muy aconsejable
La sopa asiática (japonesa), por excelencia es la sopa de miso que es muy saludable ya que crea un buen nivel de energía y vitalidad, regenera y conserva la flora intestinal, nutre la piel y el cabello y contiene ácido linoleico y lecitina, que ayudan a disolver el colesterol. Existen muchas clases de miso, el más corriente es el mugi miso (soja y cebada) Es un energizante, en invierno nos previene del frío, es rico en minerales y favorece la digestión porque contiene enzimas vivas. Evita la arterioesclerosis o la hipertensión, nutre la piel y promueve la regeneración de células, disminuye los efectos del consumo excesivo de alcohol, tabaco, drogas, productos químicos y radiaciones. Las propiedades medicinales del miso son muy utilizadas por la Medicina Tradicional China, la Medicina Ayurvédica y la Macrobiótica. Cuando una sopa hecha con miso pasteurizado se deja fuera de la nevera 24 horas, vuelve a producirse el proceso de fermentación y ésta contiene de nuevo vitamina B12. Nunca puede hervir, se añade une cucharadita de miso al agua recién hervida y se diluye muy bien con el canto de una cuchara.
3- Los aperitivos asiáticos son más saludables
Pipas de calabaza o de girasol, bocadillos de algas, nueces, anacardos y otros frutos secos y semillas, como el sésamo, que combina con casi cualquier plato. Están llenos de micro-nutrientes, vitaminas y minerales, y las opciones son ilimitadas: Algas crujientes, buñuelos de sésamo, crepes de cebolla, rollitos de cangrejo, canapés de cebolla, empanadillas rellenas al vapor, hatillos de verduras, pepinos encurtidos.
4- Optimizar las temperaturas de los alimentos con las estaciones
No se debe pasar por alto la temperatura energética de los alimentos, así que comer alimentos que generen calor en un clima frío, y alimentos refrescantes en climas cálidos. Esta regla de oro de mucho sentido común casi no se menciona en Asia porque simplemente se practica. Las bebidas frías y los alimentos fríos como el apio, los melones y las ensaladas frías, no se consumen en medio del invierno.
En un clima frío se prefieren las sopas calientes y los guisos porque esto es lo que el cuerpo necesita. Un caluroso día de verano es el momento perfecto para una sandía o una bebida refrescante hecha con aloe y pepino, cada alimento tiene una temperatura energética y actúa sobre el cuerpo en consecuencia. Comer los alimentos que tienen la temperatura correcta durante las diferentes estaciones del año es una parte importante de una dieta saludable.
5- Alga Kombu
Ir introduciendo algas en nuestra dieta es una buena decisión y para empezar por algo fácil es muy recomendable el alga Kombu que se pone en remojo con las legumbres varias horas antes de cocerlas. Se hierven en esa misma agua retirando el alga que habrá aumentado considerablemente de tamaño y soltado la multitud de sales minerales que contiene.
6- Cambiar la leche de vaca por otras leches vegetales
Hay muchas otras clases de leche hoy en día y son más fáciles de conseguir que nunca con la llegada de las leches de almendra, coco, arroz o soja orgánica.
7- Desintoxicar el organismo con hierbas japonesas y verduras
De vez en cuando es imprescindible hacer una limpieza general o una dieta de desintoxicación. Para ello es muy bueno también el miso, que citábamos en este mismo artículo. La noche anterior a comenzar, prepara un vasito con agua tibia y una cucharadita de semillas de lino, un excelente laxante natural para beber en el primer día de dieta, luego para desayunar se puede preparar una infusión desintoxicante de té verde, para tomar a mediodía, o de diente de león, ortiga o trébol rojo a las que se puede añadir una cucharadita de miel. Para comer, un caldo de verduras. Puede ser de apio, espinacas y acelgas sin sal y con hierbas desintoxicantes como el cilantro, el perejil, la cúrcuma, la pimienta de cayena o el orégano. Para cenar zumo de manzana o de pera y antes de dormir una infusión de manzanilla.
Anímate a empezar, tu organismo de lo agradecerá.