El invierno es la estación del año que corresponde al elemento agua, la energía de este elemento se manifiesta con mayor intensidad en invierno, tiene que ver con lo profundo, con el germen de la vida, es como un pozo de vitalidad y resistencia, una energía potentísima a la que tenemos acceso de una forma casi inmediata.
Nos conecta con la fuerza que permite la acción, es la semilla con todo su potencial de desarrollo y vida. En invierno todo se oculta o se esconde en la naturaleza, los árboles están secos, los insectos hibernan, incluso el cuerpo humano se ralentiza propiciando que el metabolismo se haga más lento. Todo está hacia dentro, recogido. Es muy recomendable mantener estados de calma, estabilizar las emociones y cultivar la mente también el deporte moderado al aire libre bien equipados para resistir las bajas temperaturas. Sólo cuando la mente está tranquila puede estar el yang dentro del cuerpo estar escondido y el ying y la esencia acumularse. Esto puede crear las condiciones para generar y desarrollar el yang para la primavera.
¿Cuál es el horario más adecuado durante el invierno?
En invierno no se debe empezar a trabajar antes de la salida del sol, conviene levantarse más tarde y acostarnos antes porque los procesos para la acumulación y conservación de la energía vital se realizan durante el sueño y así favoreceremos el proceso.
Esta estación la rigen el riñón y la vejiga
En cada estación hay unos órganos regentes y en invierno ese papel se corresponde internamente con los riñones y la vejiga. Los riñones controlan el almacenamiento de la esencia que es la base congénita de la vida y están emocionalmente asociados con el miedo y el susto. Es recomendable mantenerse tranquilo y reaccionar con calma a las situaciones que nos presente la vida. El riñón es la base de todas las sustancias líquidas del cuerpo y regula la circulación de éstas. Tiene la función de filtrar los líquidos impuros, separando la parte pura que envía al Pulmón (ascenso de los líquidos) y la impura que es enviada a la vejiga. El riñón está relacionado con las hormonas, los huesos, los oídos, el cabello, la médula, el cerebro, la capacidad de supervivencia y de procrear.
Los alimentos que tienen afinidad con el riñón y favorecen su función son:
Frutas y frutos secos
Uva, ciruela, limón, mandarina, naranja, sandía, mora, frambuesa, ciruela, lichi, nueces, castañas, pistachos, pipas girasol
Verduras, legumbres y cereales
Zanahoria, cebolla, puerro, apio, calabaza, ajo, apio, espárragos, soja verde, soja negra, hinojo, trigo verde y trigo sarraceno, avena, maíz, mijo, judías azuki, lentejas, col, cebada, maíz
Pescados, mariscos y carnes
Sepia, calamar, ostras, sardinas, pescado blanco, gambas, anguilas, mejillón, pulpo, cangrejo, pato, cerdo y pollo
También son beneficiosos los huevos cocidos y la leche de cabra, el café y las especias como pimienta negra, comino, canela, clavo, romero, perejil, anís estrellado, ginseng.
Alimentos que tienen afinidad con la vejiga
Algunos de los alimentos relacionados con la vejiga son alfalfa, espinacas, brotes de soja, algas, escaramujo, canela en rama, melón y sandía.
Taryn García
Naturópata y Acupuntora