Café torrefacto o natural: ¿con cuál te quedas?

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Ser más conscientes de lo que ingerimos es parte de una tendencia que cada vez suma más adeptos. Por supuesto que esto se celebra, que las personas cada vez tomen mayor conciencia de lo que comen o beben es fundamental para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, con ciertos productos hay una confusión bastante generalizada que hoy queremos ayudar a resolver.

Si eres de los que todavía se pregunta qué elegir entre café torrefacto o natural, hoy venimos a darte razones de sobra para que prefieras el café tueste natural.

¿Por qué elegir café tostado natural en lugar de torrefacto?

Un gran segmento de la población aún consume café torrefacto en lugar de café tostado natural y este es el principal motivo por el que se sigue produciendo en la actualidad este tipo de café. Podemos decir como característica del mismo, que suele consumirse mezclado en distintas proporciones con el café de tueste natural, sin embargo, esto no es sinónimo de buena calidad.  

 

Pero hay algunas razones precisas por las que elegir el tostado natural en lugar del torrefacto y te las resumimos a continuación:

 

Baja calidad

Existen muchas creencias erróneas en torno a las propiedades del café torrefacto, entre ellas, una de las más conocidas es pensar que al añadirle azúcar al proceso de tueste, esto contribuirá a conservar mejor las propiedades y/o características del café. Esto se aleja bastante de la realidad, porque lo que hace el azúcar tostado es enmascarar los verdaderos sabores y aromas del café, dado que tiene su propio sabor. Una de las funciones del azúcar es aportar cierta uniformidad, pero esto sólo es justificable cuando se utilizan cafés de muy mala calidad y es otro motivo por el que el torrefacto es visto por muchos con malos ojos, dado que se cree que en el proceso de creación de este tipo de café se mezclan granos de baja calidad con otros de mediana o alta calidad y así se abaratan costes.

 

Cuando consumes café tostado natural, uno de los aspectos que se pueden identificar con mayor facilidad es la calidad del grano, debido a que se aprecian mejor las características organolépticas del mismo.

 

Amargor

El café torrefacto tiene un color más oscuro en un 15%, en comparación con el café tostado natural, pero además de esta diferencia, resulta también más amargo. Este particular sabor amargo no quiere decir nunca que es un café más cargado o más intenso, porque no tiene que ver con ello, es sólo un resultado del efecto del azúcar en el proceso de tueste. Por su parte, el café tostado natural tiene el punto de amargura adecuado, sobre todo tratándose de la variedad arábica, que es siempre la más recomendada.

 

¿Y los aditivos?

En principio, debemos decir que un aditivo es aquella sustancia que no constituye por sí misma un alimento, ni posee valor nutritivo, pero se agrega a los alimentos y bebidas intencionalmente en cantidades mínimas, con el objetivo de modificar sus caracteres organolépticos o mejorar su proceso de conservación. En el caso del torrefacto, ya sabemos que este tiene un aditivo que es el azúcar, por el contrario, el café tostado natural no posee ninguno, por ello mantiene intactas sus características organolépticas y es más natural.

 

Teniendo en cuenta todo esto ¿todavía quieres seguir consumiendo café torrefacto? En Productos del Café encontrarás diferentes tipos de café tostado natural, para elegir la variedad que más se adapta a tus gustos.

 

 

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