El derecho de uso una buena alternativa para vivir sin comprar ni alquilar una casa

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Sin duda podría ser una buena solución al grave problema de acceso a la vivienda que existe en España y que tienen muchas personas, una inmensa mayoría de jóvenes no pueden abandonar el hogar de sus padres porque los precios de los pisos están por las nubes y los sueldos son mínimos. No se trata ni de un alquiler ni de una compra, se llama “uso” y es una fórmula intermedia.

La persona es usuaria de la vivienda, por lo que el contrato que tiene es de “derecho o cesión de uso” y está regulado por el código civil.

Aunque es una forma de obtener una casa prácticamente desconocida hoy día en España el “derecho de uso” se puede definir como un modelo habitacional más asequible que está muy desarrollado en los países nórdicos y que en nuestro país comienza a verse aunque está muy poco implantado.

Uno de las primeras cooperativas dedicada a levantar estas viviendas se llama Sostre Civic y está en Barcelona, Raul Roberts es el presidente y socio fundador de esta cooperativa que trabaja en toda Cataluña desde hace 5 años. El cooperativista no compra la vivienda ni tampoco la alquila, sino que paga una cuota mensual más económica por ser usuario de la casa de manera indefinida. La ley que lo ampara es el código civil.

Roberts ha apostado por este modelo de vivienda que pretende ser más asequible y propiciar más libertad de movimiento a los ciudadanos. “A veces-dice- se pueden hacer contratos de alquiler de larga duración, que estarían bajo la LAU, Ley de Arrendamientos Urbanos”

¿Cuáles son las ventajas de este modo de vivir? Podemos decir que son una buena salida a la situación actual. “Hoy en día estar hipotecado es un lastre para gran parte de la población e imposibilita la movilidad laboral”-afirma Roberts- “aunque ser propietario da estabilidad, también lo da disfrutar el derecho de uso ya que es indefinido y también se puede heredar” Sin embargo estando alquilado no existe esta estabilidad indefinida y la renta mensual es más elevada que en el caso del derecho de uso.

Si comparamos los precios con un alquiler, en Barcelona, por ejemplo, la cooperativa cuenta con edificios donde los vecinos pagan entre 150 y 450 euros por viviendas que estarían en realidad entre 300 y 700 euros de alquiler. ¿Qué gastos tiene que afrontar el cooperativista? Una entrada inicial que depende de la ubicación del edificio pero que está alrededor de los 15.000 y 20.000 euros, después se paga una cuota mensual que varía de los 150 a los 700 euros por un piso de 70 m2, en función de si la repercusión del suelo es baja o elevada. En caso de que el usuario quiera cambiarse a una vivienda libre, la cooperativa le devolvería la entrada inicial, más el IPC, más las mejoras realizadas en el inmueble.

“En el norte de Europa este modelo lleva más de 90 años funcionando, en Alemania hay casi 2,5 millones de casas en cesión de uso y en Dinamarca el 30% del parque de viviendas tiene este modelo habitacional ”-asegura el presidente de la cooperativa- Para conseguir crear viviendas más asequibles negociar con la administración pública es la clave. Sostre Civic llega a acuerdos de colaboración con ayuntamientos que cuentan con suelo o edificios sin usar en los que no pueden llevar a cabo ninguna acción porque no pueden endeudarse más.

De esta manera, la cooperativa consigue desarrollar viviendas en el suelo que sigue siendo público pero que adquiere un derecho de superficie durante un tiempo indefinido o una cesión de uso de ese suelo, a cambio del pago de un canon anual a la administración. También cuentan con viviendas en edificios públicos que estaban infrautilizados y que la cooperativa ha rehabilitado con fondos privados. Su modelo de negocio también pasa por alcanzar acuerdos con propietarios privados de edificios o de suelo a cambio de un canon anual, se les ofrece una rentabilidad cercana al 7%. Parece una buena alternativa.

Para más información http://es.wikipedia.org/wiki/Uso_y_habitaci%C3%B3n

 



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