Recuerdan a la película Avatar pero es muy real y viven entre nosotros. El Eucalipto Arco Iris es sin duda uno de los árboles más bellos del mundo por ese colorido tan vivo e intenso. Un árbol con el tronco multicolor que es un verdadero espectáculo para la vista y en general para los sentidos, observándolo se abren los pulmones y el corazón, la respiración se vuelve más profunda y puedes llegar a emocionarte. Decía escritor inglés Sir Thomas Browne que “la naturaleza es el arte de Dios” y no le faltaba razón.
Natural de Papúa Nueva Guinea, Indonesia y Filipinas, las coloraciones de su corteza al exponerse al aire son excepcionales. El único árbol similar que existe en el mundo son las secuoyas.
Si pensamos en todo un bosque de esta especie nos adentraremos en uno de los parajes más bellos que podemos imaginar, todo un espectáculo. El eucalipto arco iris (Eucalyptus deglupta) es parte de la gran riqueza de la biodiversidad de árboles de nuestro planeta que nos aportan el oxígeno para vivir a todos los seres vivientes del Planeta.
Su gran presencia impresiona porque pueden llegar a medir 75 metros y crecen de 2 a 3 metros en cada estación del año. Su corteza va cambiando de color al mudar y al hacer contacto con el aire y cuando llueve se avivan los tonos del tronco y lucen aún más brillantes y coloridos.
En el mundo existen dos bosques de Eucaliptos arco iris que son considerados los de mayor extensión. Uno en Filipinas, lugar de donde son nativos, y otro en Costa Rica, donde se han importado muchas de estas especies.
Las heladas son el único fenómeno meteorológico que puede afectarlos y es cultivado en muchos lugares donde no se experimenten heladas. En Filipinas se cultiva prioritariamente para fabricar papel y como árbol ornamental en jardines y parques de regiones con climas tropicales y subtropicales.
Después de conocerlos no me cabe duda que todos querremos acercarnos a estas gigantes joyas de la naturaleza y gozar con este fascinante espectáculo.