¿Qué es el magnetismo?
El magnetismo es una técnica de transmisión energética para armonizar el cuerpo a nivel físico, mental y espiritual. El magnetismo restaura el equilibrio entre el cuerpo y la mente.
Aunque para nuestros ojos es invisible, hay una gran cantidad de energía circulando por nuestro cuerpo de forma dinámica. Durante una sesión de magnetismo trabajamos con esta energía que circula en nosotros. Todos pasamos por situaciones traumáticas en algún momento de nuestra vida; relaciones tóxicas, experiencias traumáticas, shocks, estrés, heridas emocionales, etc. Estas vivencias se quedan registradas en nuestro cuerpo e impiden que la energía fluya correctamente. Estos bloqueos energéticos pueden producir dolores crónicos, patrones de comportamiento, sufrimiento y caídas energéticas en diferentes partes del cuerpo.
Magnetizar a una persona es aportarle energía nueva y pura que se extenderá por sus chakras (centros psíquicos que se encargan de absorver, transformar y distribuir la energía), nadis (canales psíquicos por los que circula la energía) y meridianos (grandes canales encargados de transportar la energía). Este refuerzo energético ayuda a eliminar las disfunciones existentes y restaurar la armonía natural. El magnetismo es un tratamiento emocional y físico que reconoce al ser humano en su totalidad. Es decir, con sus diferentes cuerpos energéticos. De hecho, los magnetizadores son meramente canales de transmisión de nueva energía. La armonización de la energía tiene como objetivo aliviar las heridas y el sufrimiento. Es fundamental tomar conciencia de lo que sucede en nuestro interior.
De esta forma, podemos liberarnos del control de la mente, explorar las limitaciones del ego y escuchar a la intuición. Además, aumentar la vibración es importante para atraer experiencias hermosas.
El objetivo de un magnetizador es equilibrar tus energías para aliviar las dolencias del cuerpo y encontrar sus raíces. Es un apoyo, un acompañamiento y una ayuda en el proceso de sanación y transformación de una persona (pero no están certificados como médicos). Los efectos de una sesión pueden ser impresionantes y eficaces, pero nunca pueden reemplazar a un control médico. Un magnetizador te guiará en tu camino, pero nunca tomará decisiones por ti.
¿Cómo descubrí mi don con el magnetismo?
Mi don para el magnetismo siempre ha estado dentro de mí; aunque durante años estuvo escondido en capas muy profundas de mi ser. Empecé a reconocer este don al iniciar mi despertar espiritual. Cuanto más me acercaba al ser, más intensamente se manifestaba mi don. Primero, utilicé el magnetismo para sanar mis propias heridas y desapegarme de las distracciones materiales. Al comprobar el impacto tan positivo que había tenido en mi, decidí probarlo con mis amigos y familiares. El resultado fue espectacular. Tras la sesión experimentaban una paz y una libración inexplicables. Además, la mayoría fueron capaces de dejar atrás problemas de ansiedad, adicciones, falta de autoestima, etc. En ese momento, fui consciente de que debía poner mi don al servicio de todos aquellos que lo necesiten.

¿Cómo es una sesión de magnetismo ?
¡Cada sesión es única! y totalmente adapta a las necesidades del cliente!
En mis sesiones, comienzo preguntando al paciente los motivos de su visita. ¿Qué es lo que le está causando problemas/dolor?
Examino al cliente a nivel energético, funcional, orgánico, psíquico y relacional.
Me conecto con la persona a través del tacto.
Mis manos se calientan y transmiten energía al cuerpo del consultante. Toco las partes del cuerpo con mayor carencia energética, las contracturas y las heridas o quemaduras para aliviar el dolor.
Alineo y regenero los chakras. Libero todas las emociones que han quedado atrapadas en ciertas áreas del cuerpo y canalizo esa energía para que puedas dejar ir las experiencias traumáticas.
El origen de los bloqueos me viene a la mente en forma de imágenes. Normalmente, comparto estas imágenes con el paciente para que tome conciencia de los recuerdos que su cuerpo ha estado registrando. También es posible liberar entidades adheridas al cuerpo energético que absorben las energías del paciente (si las hubiera). La liberación de energías puede provocar llanto, temblores musculares y respiraciones profundas. Es la forma más auténtica que tiene el cuerpo de soltar lo que guarda en su interior.
El principal efecto secundario es un intenso sentimiento de paz y armonía.
Las sesiones van acompañadas de música de alta vibración, velas e incienso. A veces, trabajo con cristales energizados; cuando las heridas son profundas o difíciles de desbloquear. Cada caso es diferente. No todos los magnetizadores utilizan la misma técnica.
Normalmente una sola sesión de magnetismo no es suficiente para armonizar todo cuerpo. Los seguimientos son fundamentales para mantener los efectos positivos logrados tras cada sesión.
Se aconseja llevar ropa cómoda y ligera, ya que el cliente estará acostado sobre una camilla con los ojos cerrados para relajarse. El objetivo de la sesión es que el cliente este tranquilo. Las sesiones deben ser experiencias agradables, liberadoras y reveladoras.
¿Para quién es el magnetismo?
La práctica es adecuada para niños, adultos, personas mayores, deportistas, embarazadas, bebés y animales. De hecho, el magnetismo va dirigido a cualquier ser que quiera canalizar el dolor físico, emocional o liberarse de los patrones kármicos que le conducen a repetir experiencias de sufrimiento. Pero, sobre todo, recomiendo el magnetismo a todas las personas que han iniciado un proceso de sanación y evolución personal.
Más Información
Todos aquellos interesados podéis enviar un correo electrónico a la dirección: lifeintoku@gmail.com o un mensaje de WhatsApp al 696 68 16 94. Lisa estará encantada de atender vuestras dudas.

Lisa JeanPierre, fundadora y experta en magnestimo del proyecto Intoku Life.