Entrevista exclusiva a Antonio Esteban presidente de Soria Natural: “No comáis nada que haya matado el fuego, el hielo o el agua”

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“El señor de las plantas” es la definición que me surge de alguna parte intuitiva al ponerme a escribir este artículo que, además de poética, es sin duda una buena definición del presidente y propietario de Soria Natural, Antonio Esteban. Un hombre que lleva con tino y acierto el timón de lo que ha convertido en la primera empresa de fitoterapia en España y una de las primeras de Europa. Trabaja en lo que le apasiona intentando emular a la naturaleza y en armonía con ella y poniendo a su servicio la más puntera tecnología.

Su abuelo comenzó a observar las plantas y sus poderes curativos, su padre las cultivaba en un pequeño terreno de su casa para consumo propio y nombró a su hijo Antonio encargado de administrarlas a la familia cuando tenían alguna dolencia. De esta manera, desde pequeño, “supe que las plantas curaban”.

La autenticidad, tanto en el trabajo como en su vida cotidiana, es la seña de identidad de este hombre de 71 años y así lo comprobé en mi primer encuentro con él que, lejos de recibirme en un despacho, lo encontré tomando una raja de melón en uno de los pequeños cultivos de plantas que hay antes de entrar en la sede de la empresa en Soria. “Este es mi almuerzo”- fueron sus primeras palabras.

Allí mismo en unas sencillas sillas de jardín, una para él, otra para mí y, en medio, otra para apoyar la grabadora transcurrió esta entrevista. El decorado no podía ser más adecuado: un maravilloso entorno natural. Y Antonio, me fue contando su historia, que es la historia de Soria Natural y de su familia.

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Antes yo había recorrido los miles de metros cuadrados de superficies esterilizadas de la fábrica y laboratorios; donde se analiza hasta el ADN de cualquier producto que entra en esas impresionantes instalaciones (para evitar los transgénicos principalmente pero también para otras muchas cosas). Se investiga desde como cocer y freír alimentos sin llegar a los 100º para que los productos alimenticios tengan todos sus nutrientes y que las plantas medicinales sean ecológicas y mantengan los principios activos.

Ya ante el presidente le digo que me parece haber visitado una nave espacial, una instalación de la NASA. Se ríe y me contesta: “Es así como se tienen que hacer las cosas ¿no?”

¿Cuál es su primer recuerdo en relación con las plantas, con la naturaleza, que recuerda de su infancia?

Yo nací en un pueblecito de Badajoz que se llama Talavera la Real y mi padre era secretario del juzgado, hizo oposiciones, y le adjudicaron un pueblo del norte de Navarra que se llama Alsásua. En pleno mes de enero nos trasladamos a vivir allí, había una nevada impresionante y me encantó jugar con la nieve. Cogí un catarro que no veas y mi padre, con una mezcla de plantas me trató y sacamos adelante ese catarro. Ese fue mi primer contacto con las plantas y mi primer motivo para quererlas, ví que curaban.

Desde entonces su vida ha transcurrido rodeado de ellas tanto en la familia como en el trabajo.

Efectivamente, la casa de mi padre estaba siempre llena de conocidos, de amigos, que le pedían plantas para distintas dolencias. Yo era el mayor de siete hermanos y mi padre me destinó a ser el proveedor de plantas medicinales de la casa y ese el motivo por el que siempre he estado en contacto con las plantas; las he conocido, las he querido, las he recolectado, cultivado y sobre todo las he respetado porque son seres vivos, toda mi vida me he visto envuelto en ese tema.

Siendo perito industrial ¿ha podido poner su profesión al servicio de su negocio de fitoterapia?

Primero me sirvió para vivir hasta que comencé a trabajar con Soria Natural en el año 80 y como al principio no había medios económicos, no me podía gastar un dinero que no tenía en la maquinaria que necesitaba y yo mismo me dedicaba a diseñar estas máquinas, un poco artesanales, hechas con pocos recursos y eso sacó a Soria Natural adelante porque fui capaz de fabricar, en talleres especiales, máquinas que yo no podía adquirir en el mercado. Si quería mantener la eficacia y la calidad tenía que estar constantemente innovando, avanzando, siendo el referente del sector en España.

¿Y en Europa?

Que yo conozca en toda Europa no existe una empresa tan completa, me refiero a ser capaces de proveer a un punto de venta, dedicado a la salud natural, la totalidad de los productos que puede necesitar para vender, para mantener su negocio en marcha.

En la plantilla tienes biólogos, médicos, farmacéuticos…

Químicos, ingenieros electrónicos, informáticos, mecánicos, eléctricos agrícolas… Hay un montón de ingenieros en esta empresa. Un día no muy lejano; el año pasado, conté que teníamos 56 titulados superiores.

Cuál es tu experiencia personal en el consumo de hierbas medicinales ¿cómo han afectado a tu salud?

No sólo las tomo yo, en casa las tomamos toda la familia constantemente, sobre todo para estimular el sistema inmunitario que es muy importante mantenerlo muy alto. A veces, para problemas digestivos, biliares… Cuando tienes un catarro, en mi familia, se toman las plantas por sistema.

Tu padre fue tu mentor

Y mi abuelo materno también, de hecho te puedo decir que la gama que más vendemos desde que se creó Soria Natural que es la gama Composor que tiene 30 productos, cada uno para una afección específica distinta, que se toma en gotas; esa gama la fabricaba mi abuelo y la conocí desde niño y sigue siendo la gama básica de la empresa.

Eres un entusiasta de Hipócrates ¿qué te ha enseñado?

La máxima de Hipócrates: “Que tu medicina sea tu alimento y tu alimento sea tu medicina” es la que a nivel personal yo práctico. Por supuesto que tomo plantas medicinales porque ya no sé vivir de otra forma pero cuando realmente tengo una deficiencia de salud recurro a la máxima hipocrática; ahora mismo me has pillado tomando una buena raja de melón. Por eso hace unos años creamos el cúrate comiendo en Soria Natural. En Francia hay un movimiento parecido pero le llaman “la tercera medicina” Yo me pregunto por qué la llaman la tercera si es la primera, mucho antes que las otras medicinas

No se necesitarían casi medicinas, de hecho, si la alimentación es correcta.

Por esa razón estamos creando la alimentación ecológica que además podemos cocinar con elementos muy modernos cociendo a partir de 35º, friendo a partir de 60º para que no se creen las reacciones que intoxican tanto y que crean un montón de problemas de salud. Además de eso liofilizamos el alimento para que no haya que conservarlos ni congelados siquiera. ¿Has leído el evangelio de los Esenios?

No, no lo he leído aunque he oído hablar de ellos…

Pues te aconsejo que lo leas porque presenta a Cristo, además de como Dios, como un hombre sabio en temas de curar a la gente por remedios naturales, como un auténtico naturista. Y en una de sus charlas con los discípulos les dice: “No comáis nada que haya matado el fuego, el hielo o el agua”. Esto me hizo pensar mucho y hemos logrado crear una aceituna viva que está simplemente deshidratada y conservada al vacío con todas las propiedades de cuando estaba en el árbol. Está viva; no ha pasado por el agua, no está muerta. El comer alimentos vivos, en mi modesta opinión, es fundamental y hay que hacer llegar al consumidor alimentos vivos con toda su capacidad enzimática, sus vitaminas, sus minerales, con todos sus nutrientes. Y yo estoy empeñado en hacerlo y lo estamos haciendo.

¿Para eso tenéis esas imponentes máquinas que acabo de ver en la fábrica, tan sólo una de ellas cuesta 300.000 euros?

Ahora mismo hemos comprado otra máquina que cuesta el doble que esa solamente para hacer alimentación viva liofilizada tanto para niños como para adultos. Son máquinas que no existen en el mercado, se fabrican de encargo. Vamos a poder liofilizar todos esos alimentos que estamos cocinando a bajas temperaturas en el vacío para hacerlos llegar vivos al consumidor. Es lo que debe de ser para hacer las cosas bien; es muy difícil meter esas ideas en la cabeza de la gente pero bueno…poco a poco van entrando.

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Tienes una empresa ética, ligada a los valores ¿Cómo es la relación con los trabajadores?

El empleado de esta empresa no es un número que viene aquí, te vende su trabajo y se acabó, es un ser humano que participa en la empresa y hacemos todo lo posible para que se integre viviendo las alegrías y los sinsabores. Hay una parte de los ingresos de la gente que van en función de los resultados. El 50 por ciento de los beneficios de la empresa son para los empleados. Esa función social de la empresa es muy difícil de cumplir cuando la empresa es pequeña pero cuando ésta se asienta, es más firme, debe de empezar a cumplir unas funciones sociales.

Ha aumentado el porcentaje de españoles que se tratan con fitoterapia ¿Cómo estamos con respecto a otros países?

Todavía muy por debajo, en España no hay estadísticas fiables pero se habla de que en Alemania es del 40 por ciento, en Francia del 30, en Inglaterra es bastante más bajo, y en España, en función de las ventas por habitante y año, se piensa que quizá son el 5 por ciento de los españoles. Estamos a años luz, hay mucho que crecer. Hay gente que acude a la medicina natural, a la alimentación ecológica, puntualmente pero no por sistema. Compran un producto y no vuelven a hacerlo en su vida. No hay una continuidad en el consumo porque no existe casi esa cultura.

Tomar hierbas medicinales está en los orígenes de la humanidad y son parte de la sabiduría natural, ancestral. ¿Lo hemos olvidado en las sociedades modernas?

No, afortunadamente, no se ha olvidado, la muestra es Soria Natural y otros muchos, pero tampoco está en uso. Lo que sería bueno para la humanidad la sociedad en general lo tiene un poco relegado, pero esto está en alza y con el tiempo la cultura de este tema va para delante.

Las instalaciones de la fábrica son impresionantes, con la mejor tecnología, se nota que no has reparado en gastos.

Bueno, siempre estamos empeñados, (ríe), pero hemos salido adelante. Siempre invertimos por delante de la generación de riqueza y hasta ahora no nos ha ido mal, y en tiempos de crisis más, si te dedicas a gastarte en Marbella lo que produces aquí esto no crece- dice con sarcasmo.

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Por lo que veo llevas un tipo de vida muy sencilla, Antonio.

Vivo como me gusta, yo no sé si es sencillo o no. Mi hobby que han sido las plantas he tenido la suerte de convertirlo en mi profesión. Ellos pueden decírtelo…-dice dando pie a otras dos personas que se han unido a nuestra conversación-

Son, Carlos Gonzalo, gerente de Soria Natural, que nos pone al tanto de lo que han reinvertido en la empresa en los últimos dos años: “8 millones de euros-dice- nunca se reparten dividendos; todos, incluido Antonio, tienen sus sueldos y el otro es Julio Rodrigo, socio de Antonio hace 30 años, quien nos cuenta que ya están en muchos países: “La expansión internacional va creciendo. En Méjico tenemos fabricación propia, laboratorios, y acabamos de montar otra filial en Marruecos, en Estados Unidos, Portugal, Alemania…Y distribuir, lo que se dice vender, vendemos en 28 países contando España que es el mercado más grande, por supuesto. Estamos en Corea, China, Emiratos Árabes, Egipto, Arabia Saudí, Argelia…” “El único continente que no tocamos es Oceanía”–termina diciendo Antonio.

Por Elena Carrera

Directora de Tu Nueva Información

Para más información http://www.sorianatural.es/

 

Agradecimientos:

Gonzalo Irigoyen (marketing)

Mónica Calvo (prensa)

Fotos: Cortesía de Soria Natural

 

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