Prácticamente todo el mundo ha oído hablar del increíble poder regenerador y curativo del aloe vera y aunque su uso se remonta al antiguo Egipto, es ahora cuando se están descubriendo más y más propiedades que este maravilloso elixir brinda a nuestra salud.
El Aloe Vera puede utilizarse en forma tópica, o bien ser ingerido. En esta ocasión veremos las grandes ventajas del Aloe Vera bebido en forma de zumo.
Para hacernos una idea, tan sólo una cucharada de Aloe Vera contiene más de 70 componentes distintos, entre aminoácidos, minerales, vitaminas, enzimas, esteroles, antraquinonas, saponinas, azúcares que funcionan conjuntamente y en sinergia… Estos son sus beneficios más destacados:
Indiscutible Regenerador de los tejidos dañados
Es increíble su gran capacidad regenerativa y reparadora. Esto es posible ya que estimula la producción de células sanas, fundamentales en el proceso curativo. Además contribuye a aumentar las defensas y por tanto la resistencia del organismo frente a muchas enfermedades.
Poderoso anti-inflamatorio
La artritis o inflamación de las articulaciones, que tanto dolor produce, es uno de los problemas para los que está recomendada la ingestión de zumo de Aloe dado el efecto antiinflamatorio de los esteroles y del ácido salicílico que contiene. De hecho puede usarse en combinación con la aspirina u otros antiinflamatorios para reducir la dosis de medicamento necesaria y potenciar los efectos sin temor a reacciones adversas.
Depurador del organismo
Ingerido en las dosis adecuadas y durante al menos una semana seguida, facilita la eliminación de toxinas y sustancias indeseables del organismo, al mismo tiempo nos ayuda a evitar problemas digestivos. También podríamos decir que colabora para que dietas de adelgazamiento sean más eficaces.
Cuida y protege el aparato digestivo
El consumo diario de zumo de Aloe mejora notablemente problemas de colitis, acidez estomacal, síndrome de colon irritable y especialmente, gastritis y úlcera. Gracias a sus enzimas es posible digerir completamente los alimentos y absorber la máxima cantidad de los nutrientes que aportan. Así mismo estimula la producción de flora bacteriana intestinal, indispensable para un correcto proceso digestivo, de manera que al normalizar la digestión previene tanto el estreñimiento como la diarrea. Además es muy apropiado tomar aloe después de un tratamiento con antibióticos ya que minimiza la presencia de la flora patógena y aumenta la absorción de nutrientes esenciales para el organismo.
Regulador del nivel de azúcar en sangre
Uno de los efectos más sorprendentes es su capacidad para reducir la cantidad de azúcar (glucosa) en la sangre ya que influye sobre la regeneración de las células implicadas en la síntesis y la liberación de la insulina (existen casos de diabéticos que han podido reducir su dosis de insulina en un 20 por ciento).
Otras de sus propiedades serían*:
– Su capacidad antiviral, atifúngica y antibacteriana.
– Ayuda a reducir el colesterol.
– Es muy eficaz a la hora de combatir el estrés oxidativo.
-Oxigena la sangre con lo que también mejora la salud cardiaca.
*Las mujeres en etapa de embarazo o lactancia no deberían beber este zumo, ni tampoco en el caso de que se tomen corticoides por vía oral.
Preparación casera
El aloe pertenece a la familia de los lirios, como la cebolla, el ajo y el nabo y existen más de 250 especies en todo el mundo, pero prácticamente sólo se utilizan dos con fines medicinales: el áloe de las Barbados (Aloe barbadensis o Aloe vera) y en menor medida, el áloe del Cabo (Aloe ferox). Esta planta sólo necesita un lugar soleado y un poco de riego una vez a la semana. Para extraer el gel es mejor hacerlo al momento, cuando se necesita. Solo hay que cortar la hoja más vieja (porque es la que tiene los componentes más concentrados) o un extremo si es suficiente, siempre que no haya comenzado a degenerar (punta seca). Primero se lava la zona del corte, se quita la punta y se retiran las espinas que se encuentran en los bordes, después se abre y se retira la pulpa, teniendo cuidado de no arrastrar los jugos que se encuentran cerca de la piel, ya que son irritantes. Para beberlo se mezclan dos cucharadas de esta pulpa con un vaso de agua, bebiéndose esta mezcla tres veces al día. Lo ideal es tomar entre 50 y 100 ml al día.
Comprar Jugo de Aloe
Si no tenemos la planta a mano, también es igual de eficaz un buen zumo de Aloe envasado.
Para elegirlo es necesario fijarnos en su pureza y el concentrado de ésta. Es muy importante tener en cuenta el proceso de estabilización después de la cosecha ya con la exposición al aire, el aloe fresco se oxida enseguida (es comparable a una manzana una vez pelada) y pierde gran parte de las vitaminas y otras sustancias vitales de la planta. Para asegurar que los ingredientes biológicamente activos permanezcan intactos, las temperaturas en el procesado deben estar muy controladas.
El laboratorio Aloe Pura que distribuye en España Evicro SL, sigue un proceso de estabilización en frío, y de esta forma conseguir que el gel interior de la hoja del aloe conserve la totalidad de sus componentes beneficiosos, sin alterarlos (el gel interior sigue siendo una materia fresca y “virgen” y será la base para elaborar el zumo de aloe vera de alta calidad) ya que el producto está sometido a un proceso mínimo de manipulación. Al reducir a la mitad el contenido de agua por este proceso de estabilización en frio, el zumo de aloe vera de Aloe Pura contiene el doble de enzimas y otros nutrientes que en su estado natural.
De venta en dietéticas
Para consultas: www.evicro.net
Por Blanca Lesaola