Dentro de poco estaremos en otoño, cuando los días comienzan a acortarse y la temperatura disminuye. Ésta estación corresponde según la Medicina Tradicional China al movimiento metal: el oeste, la sequedad, el planeta Venus, el pulmón, la piel, la nariz. En el plano psico-afectivo representa la tristeza, el pesimismo, siendo al mismo tiempo la vitalidad y la sensibilidad.
Pero hablemos del pulmón, maestro de las energías, es el órgano más vulnerable a las infecciones, ya que se encuentra en primera línea de defensa del organismo. El pulmón rige la piel, órgano que está en contacto con el exterior, rige la frontera entre la propia individualidad y el resto del mundo. Para la Medicina Tradicional China gobierna la energía defensiva (Wei Qi) así que es importantísimo mantener este órgano en equilibrio tanto en niños como en adultos y personas mayores, ya que nos da la vitalidad. Al regir la energía vital, hay que prestar atención a una buena alimentación y una respiración correcta; que podemos obtener con la práctica del yoga. Es recomendable un consumo de sustancias alternativas como plantas: eucalipto, pino etc, que nos permitan limpiar y equilibrar su funcionamiento. Unido al pulmón, ambos forman pareja, está el intestino grueso a través del cual, además de por la nariz, se limpia el pulmón por ello es imprescindible cuidarlo correctamente para que nuestro cuerpo pueda desarrollar sus funciones en armonía.
Según la Medicina Tradicional China (MTC) en éste período del año, debemos consumir los alimentos que le son más afines al pulmón y por tanto lo refuerzan. Se recomiendan, principalmente los alimentos de naturaleza neutra y templada. En vegetales son sobre todo los de color blanco: coliflor, cebolla, ajo, puerro, patatas, nabos y no olvidemos nunca las semillas oleaginosas: sésamo, lino, pipas de girasol, pipas de calabaza. También tienen gran importancia los cereales que deben ser la base de la alimentación durante todo el año, granos completos como el arroz integral, la cebada y la avena que presentan una composición ideal a las necesidades del cuerpo humano, contienen hidratos de carbono, proteínas, minerales, vitaminas y fibras. Las legumbres como las lentejas, los garbanzos y la soja. Pescado blanco y azul. Huevos, a ser posible biológicos, y carnes magras con moderación: pollo, pavo, ternera. Frutas de otoño, como mandarina, manzana, naranja. Debemos evitar los alimentos de energía fría como el azúcar, el limón y el pomelo.
Por Taryn García
Naturópata y experta en MTC