El agua es inteligente, tiene memoria, tiene la fascinante capacidad de adaptar su estructura geométrica molecular en función de todo aquello que incide sobre ella o que está en ella, es decir tiene la memoria, el registro de la energía y frecuencia de aquello que pasa a través de ella y de los lugares en los que está. El agua es imprescindible para nuestra salud. Beber líquido no es equivalente a beber agua.
Al beber agua tenemos que tener en cuenta varios criterios:
*1–La calidad bioquímica del agua: que sea un agua sin contaminantes químicos ni biológicos: cloro, flúor, metales pesados, residuos de medicamentos, fertilizantes, pesticidas, bacterias, parásitos, quistes… etcétera, deben ser eliminados del agua antes de beberla. La forma más óptima de asegurar un agua vital de calidad es utilizar un sistema de filtrado que elimine estos contaminantes y que respete la naturaleza, vitalidad y composición mineral del agua.
*2–La cantidad de agua que bebemos y la forma de beberla: hemos de beber un mínimo de 8 a 10 vasos de agua de 250 ml repartidos a lo largo del día: 2 vasos por la mañana en ayunas, 1 antes de cada comida, dos antes de ir a dormir, y beber agua siempre que tengamos sed, para mantenernos correctamente hidratados. Junto con el agua es imprescindible la sal que tomamos, ya que el sodio permite retener el agua para una hidratación más profunda. Beber tilas, tés, jugos, refrescos no es equivalente a beber agua, no tienen el mismo efecto nutritivo e hidratante. Nuestro cuerpo está diseñado para ser hidratado con agua.
*3–La vitalidad, frecuencia, energía y estructura del agua. Como hemos dicho el agua tiene memoria, no basta con eliminar los contaminantes de la misma, hemos de beber un agua con la estructura geométrica adecuada (hexagonal) y con la información y energía óptimas para nuestra salud. ¿Qué energía y frecuencia tienen el agua que bebemos?
¿Qué energía tiene el agua que bebemos?
Durante más de 30 años las investigaciones del Dr. Masaru Emoto y su equipo el Instituto Hado en Japón han mostrado al mundo a través de las fotografías de los cristales de agua, que no todas las aguas son iguales. El agua tiene memoria. No es lo mismo beber agua embotellada después de todo el proceso industrial de embotellado que beber agua pura de un manantial donde no haya contaminantes. No es igual beber agua de grifo que puede tener cloro, flúor y otros muchos contaminantes que beber agua tratada mediante un sistema de filtrado adecuado. Cada agua tiene una información distinta, hemos de ser conscientes de qué tipo de información y energía tiene el agua que bebemos.
Los cristales de la estructura del agua, fotografiados por el Instituto Hado en el momento de descongelación mediante un microscopio en una cámara frigorífica, nos muestran que la geometría del agua es un resultado de la información y frecuencia energética que porta el agua. Masaru Emoto ha mostrado que un agua expuesta a música armoniosa (de Vivaldi, Bach, Mozart, Bethoveen..) construye geometrías hexagonales de una gran belleza. Mientras que si el agua es expuesta a músicas sin armonía (heavy metal, rock duro) el agua queda desestructurada. De igual manera cuando el agua es expuesta a pensamientos, imágenes, emociones, textos o palabras se estructura de una forma u otra. Palabras como Amor, Paz, Gracias, Respeto, Tolerancia, Lógica … forman una estructura geométrica hexagonal que es beneficiosa para nuestra salud. Los estructuras hexagonales de las moléculas de agua permiten que el agua:
*Almacene más energía para su uso aportando una mayor vitalidad
*Transporte más rápido la información eléctrica para los procesos biológicos.
*Proteja nuestras células y ADN.
La memoria del agua
Las moléculas más pequeñas de agua en la disposición hexagonal penetran más fácilmente en el interior de las células llevando los nutrientes e hidratando más profundamente y ayuda a regenerar nuestros tejidos y órganos. Sin embargo, las palabras, emociones e imágenes asociadas a conceptos como Odio, Rabia, Violencia desestructuran el agua y la cargan con una energía dañina para nuestra salud.
Si el agua tiene esta capacidad de memoria para estructurarse geométricamente, si nosotros estamos constituidos fisiológicamente por aproximadamente un 75% de agua. ¿Podemos utilizar estas características del agua para mejorar nuestra salud? La respuesta es SÍ. El Doctor Emoto y su Equipo han desarrollado una tecnología para cargar información en el agua y estructurarla en beneficio de nuestra salud.
Mediante la computadora “Katzutama” de bioresonanciamagnética escanean nuestro campo magnético y detectan todos aquellos problemas de salud en nuestro cuerpo físico, mental y emocional, para posteriormente cargar la información necesaria en el agua para restablecer el equilibrio y salud en nuestro organismo, preparando un agua personalizada.
Esta misma información ha sido cargada en agua muy pura, con sal para ayudar a hidratar profundamente y a fijar la información y energía durante más tiempo en botellas de cristal para una desintoxicación de nuestro organismo. Hoy ya está disponible esta tecnología y agua en España, gracias al Instituto Oficial del Agua Masaru Emoto.
El agua es un elemento imprescindible para nuestra salud y para el desarrollo de nuestra consciencia. Hemos de ser más conscientes del agua que bebemos y de la información que contiene el agua que bebemos si queremos disfrutar del equilibrio de la salud.
Para más información:
Instituto Oficial Masaru Emoto.
http://institutomasaruemoto.com/agua-esencia-la-salud/
Tfno: 91 113 82 88