Hasta hace pocos años no se sabía que el mundo vegetal es sensible y ha sido en gran medida gracias a las investigaciones de Stefano Mancuso, que ha estudiado en profundidad la neurobiología de las plantas por quien sabemos que “son seres sensibles, inteligentes y familiares”. Si se extinguiesen toda la vida desaparecería del planeta en un mes.
De Stefano Mancuso puede decirse que es la máxima autoridad mundial en el campo de la neurobiología vegetal. Profesor asociado en la Universidad de Florencia, dirige el Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal y es miembro fundador de la International Society for Plant Signaling& Behavior. Ha publicado diversos libros y más de 250 artículos científicos en revistas internacionales.
“Las plantas podrían perfectamente vivir sin nosotros, en cambio nosotros sin ellas nos extinguiríamos en un breve período de tiempo. Es más, en el planeta Tierra existe tan sólo un 0,3% de vida animal frente a un 99,7% de vida vegetal”. Este es el razonamiento principal que hacen Stefano Mancuso y Alessandra Viola (periodista científica) en «Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal«, un libro de reciente publicación.
Estos investigadores afirman que “Las plantas están dotadas no sólo de los cinco sentidos que posee la especie humana sino de hasta quince sentidos más, se comunican e intercambian información, entre ellas y con los animales, duermen, memorizan, cuidan de sus hijos, tienen su propia personalidad, toman decisiones e incluso son capaces de manipular a otras especies ¿Cómo negar pues que también son inteligentes? Su capacidad para resolver los problemas que se les presentan ha sido probada por los estudios más recientes”.
En una entrevista concedida a La Vanguardia, Stefano Mantuso, decía que “Las plantas se mueven y toman decisiones en un tiempo más largo que el del hombre. Hoy sabemos que tienen familia y parientes y que reconocen su cercanía. Se comportan de manera totalmente distinta si a su lado hay parientes o hay extraños. Si son parientes no compiten: a través de las raíces, dividen el territorio de manera equitativa. Los cuidados parentales sólo se dan en animales muy evolucionados y es increíble que se den en las plantas”.
“Las plantas son mucho más sensibles. Cuando algo cambia en el ambiente, como ellas no pueden escapar, han de ser capaces de sentir con mucha anticipación cualquier mínimo cambio para adaptarse. Cada punta de raíz es capaz de percibir continuamente y a la vez como mínimo quince parámetros distintos físicos y químicos como temperatura, luz, gravedad, presencia de nutrientes, oxígeno”.
“En cada punta de las raíces existen células similares a nuestras neuronas y su función es la misma: comunicar señales mediante impulsos eléctricos, igual que nuestro cerebro. En una planta puede haber millones de puntas de raíces, cada una con su pequeña comunidad de células; y trabajan en red como internet. – concluye Mantuso –