WU WEI, la filosofía oriental de la “no acción” old

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Wu wei que en chino significa «No Acción» describe un importante aspecto de la filosofía taoísta en el cual la forma más adecuada de enfrentarse a una situación es no actuar (forzar), si bien se hace mucho énfasis en la literatura taoísta en que no es lo mismo no actuar que no hacer nada. También significa «sin esfuerzo» y «crecimiento»; las plantas crecen por wu wei, es decir, no hacen esfuerzos para crecer, simplemente lo hacen. El Wu Wei sería, pues, una forma natural de hacer las cosas, sin forzarlas con artificios que desvirtúen su armonía y principio.

El no propósito resulta ser lo más acertado al comenzar un nuevo año: “El mejor propósito para 2018 es no hacer ninguno, simplemente estar, observar y aceptar lo que sucede”, afirma Daniel Gobet, experto en filosofía china. “Aunque el Wu wei  habla de no acción es más acertado decir actuar sin tomar partido” Las decisiones a la espera de un resultado,  no sería Wu wei.

El Tao Te Ching, es el libro en que primero aparece esta simple verdad,  escrito en China alrededor del 600 a.C. Consiste en no realizar acción alguna y que el orden natural prevalezca. Así las acciones resultarán, cuando lleguen, fluidas, enérgicas y lograrán los resultados deseados. El narrador taoísta Chuang Tzu lo explicó así, alrededor del 350 a. C: “Del vacío del sabio surge la quietud. De la quietud, la acción. De la acción, el logro”.

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El maestro Tian Cheng Yang, presidente y fundador de la Asociación de Taoismo de España, afincado en nuestro país, dice que si aplicásemos el Wu wei a diario estaríamos en mayor armonía en todos los aspectos de nuestra vida de una forma más natural y sencilla: «nos alimentaríamos mejor, realizaríamos ejercicio, no haríamos cosas dañinas para nosotros ni para los demás y tampoco para la naturaleza que nos sustenta», concluye.

Por eso, Tian Cheng Yang compara el Wu wei con la naturaleza pasiva y perseverante del agua del río, en apariencia débil y delicada, pero cuya fuerza erosiona, poco a poco, la roca más sólida. Así, el taoísmo recurre a este fluido para representar la acción del Tao (el principio). “Se adapta al medio, sigue su curso natural y además sirve de hogar o sustento para la vida”, aclara el maestro.

Y es que esta filosofía, “enseña a fluir con la madre naturaleza, aprovechando las circunstancias propicias que procuren desde una existencia tranquila, hasta hacer negocios o cumplir un sueño», continúa Tian Cheng Yang. Todo ello, sin presión mental y sin violencia, conforme a la tendencia natural, encarando los asuntos «lo menos subjetivamente posible y actuando en el punto medio.

Saber esperar y mirar tiene recompensa

Una vez aprendido esto, las fuerzas externas son percibidas más claramente y se ejecutan movimientos más sabios y enérgicos porque se conserva energía para gastarla cuando se requiere.

El Wu wei se caracteriza por una “gran facilidad y conciencia, por lo que sin apenas esfuerzo podemos responder perfectamente a cualquier situación”, puntualiza Tian Cheng Yang.

No es pereza ni pasividad, sino dejar que las cosas discurran

La intención original de Lao Zi autor del tao Te Ching sobre la filosofía del Wu wei, “reside en que no hay que dejar nada por hacer y, además, se puede conquistar el mundo. Es el estado supremo al que se llega practicando el Tao: dejar que las cosas sigan su curso como la tierra gira alrededor del sol”, explica el maestro.

«Al no actuar dejamos que eso actúe a través de nosotros en vez de que decida el ego individual»-explica Eva Espeita (maestra de la escuela de yoga Aushadhi)-

Conviene matizar que no se trata de resignarse, sino autopreservarse, porque actuar apresuradamente impulsando las decisiones con la emoción y el ego puede ser un error potencial. “Al observar en calma un ecosistema natural vemos que hay cambio, está en movimiento y hay armonía, todo está en su lugar y se comporta de acuerdo a su naturaleza”, apunta el experto.

Lo que muere deja su sitio a lo que brota, lo feo nos permite apreciar lo hermoso, lo brutal nos hace valorar lo sutil», continúa el especialista en filosofía china. «Actuar sin tomar partido nos permite, sencillamente, pasar por nuestra existencia con armonía y sin sufrir. Y entonces, suceda lo que suceda, no habrá sufrimiento”, concluye.

Fuente: Wikipedia y El País

 

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