¿O cuentan, más bien, el poco caso que les haces? Porque lo cierto es que nuestras manos, dañadas por el trabajo diario, requieren un cuidado constante.
Pero, si eliges bien tu crema de manos y buscas los momentos para aplicártela puedes recuperar su salud y belleza.
Acariciamos, trabajamos y saludamos con nuestras manos, siempre expuestas al frío y al calor. ¿Y cómo las cuidamos? Las más afortunadas con tiempo para un centro estético, reciben un masaje ligero en las manos cada vez que acuden a arreglarse las uñas, o incluso un baño de parafina. La mayoría, apenas una nuez de crema durante un minuto antes de acostarnos, en un gesto femenino mil veces repetido antes de apagar la luz. Y sin embargo, notar la piel de las manos seca o rugosa es algo que nos disgusta no sólo por nosotras mismas, también porque con ellas tocamos a nuestros seres queridos y por la imagen que damos a los demás.
Pero, ¿sabemos por qué se estropean tanto? Salvo excepciones las llevamos al aire y por ello la piel que las recubre sufre especialmente los cambios de temperatura entre los interiores y el exterior además de los constantes lavados. Sin embargo, no les prestamos la misma atención que a otras partes del cuerpo y nos conformamos con aplicarnos una crema corporal tras la ducha y un poco más antes de dormir. Pero la piel que recubre las manos, especialmente la del dorso es muy fina pues casi no tiene tejido adiposo y apenas glándulas sebáceas que la engrasen o le faciliten retener la humedad. Por ello su barrera protectora se debilita muy fácilmente y en seguida la vemos cuarteada y ajada. Junto con el frío, que es el principal agresor, el constante lavado con jabones con detergentes es la principal causa que altera su PH natural fragilizando sus funciones dérmicas. ¿Las consecuencias? Unas manos con la piel deshidratada y áspera o problemas más serios como las grietas o descamación. Cuando la falta de cuidado se convierte en costumbre el resultado siempre será unas manos envejecidas.
Cremas de manos. Cómo elegir la tuya.
Para que una crema de manos sea realmente efectiva, necesitamos que contenga sustancias humectantes (que puedan retener la humedad natural de la piel) y emolientes (que suavice e hidrate restaurando la capa natural de grasa de la dermis y la nutra). También es necesario que ejerza una función de barrera para evitar la sequedad y los estragos de los cambios de temperaturas.
Si quieres asegurarte de que tu crema de manos va a cumplir estos requisitos comprueba que contenga glicerina (que tiene un importante efecto barrera) y ceras de origen natural, así como esencias de plantas y aceites vegetales. De este modo conseguirás aumentar la elasticidad de la piel y con ello también un efecto antienvejecimiento. Las siliconas y parafinas, que son sustancias de origen mineral y están presentes en la mayoría de las cremas tienen una función oclusiva del poro por lo que el agua de nuestra piel se retiene, pero queda taponada y el escudo desaparece con facilidad dejándola de nuevo desprotegida
Sí además tu piel es sensible busca las que contengan avena sativa o alantoína en su fórmula pues ambas sustancias tienen propiedades calmantes y suavizantes. También hay extractos vegetales con este efecto como el aloe vera, la centella asiática y la caléndula officinalis.
De noche y de día ¡Por supuesto!
No solo es necesario aplicárnosla antes de salir por la mañana y dormir, también llevar un pequeño tubo en el bolso que te permita renovarla cada vez que te laves las manos marcará la diferencia. Especial cuidado hemos de tener al realizar labores que conlleven detergentes o sustancias fuertes pues, aunque usemos guantes para protegerlas, al finalizar hemos de lavarlas bien con un jabón neutro y aplicarnos un poco de crema de manos con un suave masaje.
Y un consejo personal… Uno de los momentos en que más se puede notar el efecto de un lavado excesivo es durante la crianza de un bebé. Su higiene constante especialmente con el cambio del pañal acaba pasando factura en la dermis de nuestras manos. Para cuidarlas durante este tiempo es preferible que la composición de nuestra crema sea a base de sustancias naturales pues están en contacto directo con nuestro hijo los primeros meses.
Nuestra selección
Crema de Manos Regeneradora de Granada de Weleda
Aporta un cuidado antioxidante intensivo que regenera la piel, retrasando los signos del envejecimiento. Contiene aceite de semillas de granada bio, de excepcionales propiedades regeneradoras, manteca de karité y aceite de sésamo que previenen el desecamiento de la fina dermis de las manos.
Crema Bio Beauté de Nuxe
Es una crema de manos ultranutritiva indicada para manos secas, agrietadas o dañadas. Especialmente adaptada a las pieles más estropeadas, su textura es ultra cremosa pero absorbe rápidamente sin dejar las manos grasientas para calmar la piel tirante y dejarla intensamente nutrida y reparada. Entre sus ingredientes (97% naturales) se encuentran el aceite de almendras, de jojoba, de coco y la cera de abejas.
Hand Cream Love and Light de Lush
Es una crema a base de manteca de cacao orgánico procedente de comercio justo y de aceite orgánico de jojoba para aportar hidratación a la piel. También contiene aceites de nerolí y naranja de Brasil para aportar iluminación y un aroma con un toque a absoluto de azahar.
Crema de manos del Dr. Hauschka
La fórmula de esta crema tiene todas las propiedades del kalanchoe, aceites vegetales y la raíz del malvavisco que regula el nivel de hidratación. Se absorbe rápidamente y aporta una gran nutrición incluso para las manos más dañadas y ásperas.
Por Carmen Salmerón Berdejo
Periodista experta en Salud y Belleza