12 reflexiones del budismo Zen para comprender cómo funciona nuestra mente

budi

Bodhidharma fue un monje de origen hindú, el vigésimo octavo patriarca del budismo y el primer patriarca legendario y fundador de la forma de budismo Zen o Chán que se cree nació en el año 440 d de C. Proveniente del Sur de la India, llegó a China donde fue conocido como el Maestro Legitimo de las Artes Marciales.

Antes de llegar a China, Boddidharma ya había realizado tres periodos de meditación intensa. Estos son algunas de sus sabias reflexiones.

1. «No podemos definir nuestro estado mental original usando palabras ni letras, pero sí podemos señalarlo directamente en cada uno de nosotros para que todos podamos reconocerlo, establecernos en él y lograr así la iluminación suprema por nosotros mismos.»

2. «El buda nos dio sus enseñanzas para que elimináramos cualquier vestigio de pensamiento conceptual. Una vez eliminado, las enseñanzas ya no sirven para nada.»

3.- «La mente única, que es nuestra verdadera naturaleza real , es la inefable e indestructible matriz que en respuesta a las circunstancias se transforma en los fenómenos. A veces la confundimos con el intelecto y la inteligencia, que es la capacidad de manejar conceptos con el pensamiento, aunque sigue allí cuando serena no responde a las circunstancias y la inteligencia no actúa. Ocupada en la creación de objetos en respuesta a la causalidad, es imperceptible e innombrable. Si puedes reconocer intuitivamente tu estado mental original y descansar tranquila y confiadamente en su espontaneidad, estarás siguiendo los consejos que nos dieron todos los budas y tu atención fluirá naturalmente de aquí para allá sin detenerse nunca en nada.»

4. «Todo lo que constituye el mundo proviene de la mente . Aparte de esta mente, no podrás encontrar nada. Es imposible alcanzar el despertar o la iluminación fuera de la mente con la que buscas, porque ese lugar no existe ya que todo lo que hay es mente. Tu mente es tu propia naturaleza, la ausencia de causa y efecto, nirvana.”

5. «Buscar la iluminación fuera de la mente es como tratar de atrapar el aire. El aire tiene nombre pero no forma. No es algo que pueda cogerse y ponerse en el suelo. Nunca alcanzarás la iluminación más allá de tu propia mente, porque esa mente es todo lo que existe.»

6. «La capacidad de la mente es ilimitada y sus manifestaciones son inagotables. Todas las formas, sonidos, olores, sabores, movimientos o estados de ser son sólo tu mente. En cada instante, allá donde no llega el lenguaje, está tu mente.»

7. «Nuestra propia naturaleza es la mente y la mente es nuestra propia naturaleza . Esta naturaleza, esta mente, es la misma en todos los seres despiertos que nunca transmitieron más que esta mente única. No hay despertar más allá de esta mente. Pero si vives pendiente del pensamiento ilusorio, no podrás saber quién eres, no te podrás dar cuenta de que tu propia mente es tu naturaleza original y no dejarás de buscar aquí y allá haciéndote preguntas constantemente.»

8. «Responder, percibir, alzar las cejas, parpadear, mover las manos y los pies, todo ello constituye tu naturaleza milagrosamente despierta . Y esta naturaleza es la mente. Y darse cuenta de ello es ver dentro de tu propia naturaleza original.»

9. «Mientras sigas apegado a las apariencias y a las formas, no te darás cuenta de que tu mente es el vacío.»

10. «La verdad esencial está más allá de las palabras . Las doctrinas son palabras, pero el despertar no tiene nada que ver con las palabras. Las palabras son ilusiones. No son diferentes de los objetos que aparecen en tus sueños. No esperes de ellas placer alguno porque sólo conducen al renacimiento. Recuérdalo cuando se acerque tu muerte; un momento de duda y te hallarás bajo el embrujo de los demonios. Tu cuerpo real es puro e impenetrable, pero el pensamiento ilusorio evita que te des cuenta y te hace padecer todo tipo de karma en vano. Allí donde ahora hay placer, encontrarás esclavitud. Pero una vez que despiertes a tu cuerpo y mente originales, dejarás de vivir encadenado por el apego.»

11. «Si ves dentro de tu propia naturaleza original, no necesitarás leer textos sagrados ni invocar divinidades. El saber y el conocimiento no sólo son inútiles, sino que enturbian tu conciencia. Las doctrinas sólo sirven para señalar la mente. Una vez que te has dado cuenta de que tu mente es tu verdadera naturaleza original, las doctrinas no tienen utilidad alguna. Entonces, cosas como el sexo se revelan como algo básicamente efímero que acaban con el breve placer que proporcionan. Aunque algunos hábitos permanezcan, ya no podrán perjudicarte porque tu naturaleza es esencialmente pura y opera como tal a pesar de morar en un cuerpo material constituido por los cuatro elementos. No puede ser corrompida. Tu cuerpo real carece de sensaciones, no está hambriento, ni sediento, no tiene frío o calor, ni enfermedad, ni amor o apego, ni placer o dolor, ni está bien o mal, ni tiene mucho o poco, ni está débil ni fuerte. En realidad no hay nada. Estas sensaciones aparecen por causa de tu apego a este cuerpo material, pero una vez que abandones dicho apego y dejes que las cosas sean espontáneamente como son, serás libre incluso del nacimiento y la muerte. Lo transformarás todo a voluntad y estarás en paz estés donde estés. Serás un despierto aunque trabajes como carnicero, porque tu karma no te condicionará ni atará nunca más.»

12. «Esta mente única no está fuera del cuerpo material formado por los cuatro elementos. Sin esta mente no podríamos movernos. El cuerpo no tiene conciencia. Al igual que una planta o una piedra, el cuerpo no tiene naturaleza. Es la mente la que se mueve.»

 

 




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