Ciudadanos de primera que pueden cambiar el mundo

Resulta que hay consciencia en el mundo como ha demostrado una mujer propietaria de un bar en Cremona, localidad italiana de la región de Lombardía, que ha decidido apagar sus maquinas tragaperras al comprobar que la mayoría de las personas que las utilizaban lo hacían arrastradas por la desesperación. A la Sra. Mónica Pavese le mortificaba enriquecerse con el sufrimiento de sus vecinos.

En TNI entendemos que todos deberíamos hacer este tipo de cosas en nuestro entorno más próximo, que no hay que tirar la toalla tan fácilmente dando por hecho que la vida es lo que es; muy al contrario, la acción llevada a cabo por esta mujer sí tiene un efecto colateral en todos nosotros.

Dándose de baja en un negocio dudoso, al que estaba apoyando, ha matado dos pájaros de un tiro; primero, la desesperación de sus vecinos y  segundo seguir enriqueciendo al que tiene el negocio de las tragaperras ¡Que cunda el ejemplo! Ese es exactamente el camino. No hay otro. Afinando la visión aún más, la humanidad somos todos nosotros y  el medio que compartimos una mera proyección nuestra.

Acciones como ésta son las factibles, las que sí tenemos  capacidad de realizar. Son decisiones personales las que cambian el mundo por la sencilla razón de que el mundo somos nosotros. Si cada ser humano ejecutara acciones honestas y valientes en su entorno, estaríamos dando paso a una nueva manera de vivir. Es la única forma de cambiar  el mundo: individuo a individuo, hecho a hecho.

Que todos los demás vecinos con bares aumentarán su negocio con los clientes de esta señora. Pues muy bien, que lo hagan, allá cada cual con su conciencia. Aunque no hayan salido en la prensa hay miles, por no decir millones, de individuos “Pavesi” en el mundo que llevan a cabo acciones como esta a diario sólo que no se sabe y no trasciende.

La información que nos llega de manera masiva  a través de los medios de comunicación difunde habitualmente lo que hacen y dicen unos pocos centenares de individuos más o menos famosos que no son en absoluto la humanidad.

Por Elena Carrera.

Artículos Relacionados