La información está completamente distorsionada en nuestros informativos habituales; a mi modo de ver, sobre todo en la televisión, donde cada día desfilan ante nosotros las imágenes de la pobre y triste crónica política nacional, la crónica cada vez más abundante de sucesos, el apartado de catástrofes, accidentes de tráfico etc. Ponerte a ver un informativo es siempre desolador.
Pero ¿qué ocurre en el mundo que no sea esto? Pues sencillamente que la mayoría de los 7.000 millones de seres humanos que habitan el planeta son gente pacífica que cumple con sus obligaciones laborales, familiares y personales a diario y a los que se les machaca con una minoría que no representa para nada la realidad y como somos mente, la mente universal está saturada de estas imágenes.
Dicho esto, pensemos ¿de qué imágenes nos alimentamos? Porque puede estar en juego hasta nuestra salud física y mental. Y ¿qué conflictos repetitivos intentan vendernos como una realidad absoluta para impregnar nuestras vidas de este color gris? Los informativos magnifican una minoría de acontecimientos que es lo peor que acontece cada día. Se sobredimensionan los conflictos y se difunden a los cuatro vientos. Hace falta, a mi modo de ver, ampliar el foco.
¡Qué alegría que exista internet! Porque ¿qué sería de nosotros sin esta fantástica conexión entre todos que ha supuesto la revolución de las redes sociales? Allí es donde se encuentra el verdadero caudal informativo alimentado por el día a día las personas. Una gran riqueza en todos sus matices y colores, un gran océano de información que desborda y llega a cada uno de nosotros.
Sin duda debemos felicitarnos porque exista internet, creo que es la mayor revolución que se ha producido, la información en red, en una red que nos une a todos. Un soplo de aire frescodonde podemos bucear en información de todo tipo y conocer las actividades maravillosas que realizan nuestros semejantes olvidándonos de la imagen sangrienta de turno que intentan imponernos los mass media.
Puede que llegue un día en que las noticias no sean lo peor que ocurre cada día sino acontecimientos, historias y hechos que de verdad beneficien a los seres humanos y nos transmitan una mejor realidad sobre nosotros mismos y nuestro entorno. ¡Abogo por ese día!
Por Elena Carrera
Directora Tu Nueva Información