Al cumplirse 20 años de su muerte y 60 de Desayuno con diamantes
Reproducción íntegra de la entrevista realizada, hace 25 años en Suiza, por Elena Carrera directora de Tu Nueva Información
Es, sin duda, la entrevista que más me ha marcado. Una de las grandes sorpresas que me ha deparado mi profesión. Fue en Ginebra, en una suite del hotel Intercontinental, hace 25 años.
Audrey Hepburn era entonces un mito del cine, considerada una mujer muy elegante, aún no se había convertido en el icono de moda que es hoy día y cuyo valor sigue cotizando al alza entre las nuevas generaciones.
Al pasar los años y releerla, siento que es una entrevista auténtica, profunda y natural. Tocamos temas como la política, sus intereses personales, la familia o el sentido de la vida.
Estaba viviendo un tiempo de plenitud y serenidad; absolutamente entusiasmada con la próxima llegada de su primer nieto y con haber sido nombreda Embajadora Especial de UNICEF, representación que se tomó muy en serio, realizando viajes a varios países en conflicto donde desarrolló un trabajo de campo, valiente y comprometido.
El ruido de sus tacones
Yo estaba entusiasmada, dispuesta a vivir intensamente cada momento de ese encuentro. Si tuviera que rememorar un detalle de aquella cita, sería algo tan sutil como el sonido de sus tacones al acercarse por el pasillo hasta donde yo la esperaba. Lo tengo grabado en la memoria.
Apareció sonriente, muy delgada, y suprema elegancia. Al tenerla cerca, la sensación era de levedad, de una naturalidad que todo lo envolvía. Fue cortés, agradable y educada, haciendo gala de sus orígenes familiares enraizados en la aristocracia holandesa. Conforme fue avanzando la entrevista, Audrey, se fue abriendo más y más mostrándose inteligente, segura de sus convicciones, sensible, simpática e incluso cordial. Disfrutó y se sinceró a fondo. Tenía ante mí a una mujer sencilla, bellísima y amable, la antítesis de una diva.
Elena Carrera
(La entrevista, que concedió a través de UNICEF, en exclusiva a la agencia Tao Press, de la que fui socia fundadora, se publicó en la revista ¡Hola! en el número del 23 de junio de 1988 que le dio seis páginas. No sé con seguridad si soy la única periodista española que la ha entrevistado fuera de un plató, estudio de cine, rueda de prensa o similar. Es decir, en exclusiva; pero creo que sí, que tengo el honor de serlo)Entrevista a Audrey Hepburn
“Dentro de poco seré abuela. Mi hijo Sean espera su primer hijo y esto me hace muy feliz”
Precedida de un tenue murmullo y acompañada de su secretaria ante nosotros se encuentra Audrey Hepburn. Viste un elegante traje de chaqueta y blusa de seda, todo de Givenchy, único modisto que la viste desde hace 35 años. Dos diminutos anillos adornan su fino dedo meñique de la mano izquierda; uno de ellos con tres esmeraldas en forma de corazón y el otro con un pequeño topacio. No luce ninguna otra joya, ni siquiera pendientes. El pelo recogido en un sencillo moño y apenas maquillada, perfilados los ojos y brillo en los labios. Estamos en Ginebra, frente al lago. Suiza es el lugar elegido para vivir por Audrey, que el próximo año cumplirá sesenta años.
“Conocí al rey Juan Carlos cuando era príncipe”
-Conozco muy bien España-nos dice Audrey-porque he viajado allí muchas veces sobre todo a Andalucía. Me gusta el país, me gusta la estética de la gente, la belleza que tiene todo lo español. Tengo muchos amigos en España. Como Aline Griffith, condesa de Romanones y admiro mucho a los Reyes de España. Tuve oportunidad de conocer a don Juan Carlos cuando aún era príncipe, aquí, en Ginebra, y además de ser muy simpático, me pareció una excelente persona. Tal vez la única cosa que no me gusta de España son las corridas de toros; estoy en contra de esa fiesta, porque amo a los animales y no deseo que sufran.
Tras un anonimato voluntario que la ha mantenido alejada durante años, ha vuelto a las páginas de las publicaciones de todo el mundo como embajadora especial de UNICEF
-¿Cuál es su función realmente en este organismo de Naciones Unidas?
-Mi labor como embajadora de UNICEF es la de informar y difundir las necesidades que existen en el mundo. ¡Hay tantas cosas que se pueden hacer para mejorar la situación! Las situaciones de la gente viviendo en esos países que yo he conocido es tan mala…no me gusta que se le llame “Tercer Mundo” porque, para mi, el mundo es sólo uno. No hay que tener el sentimiento de que ese “Tercer Mundo” está muy lejos; por el contrario, está muy cerca. Nosotros somos tan privilegiados, que no debemos olvidarnos de los que sufren.
“Los gobiernos no hacen lo que deberían y eso está cerca de ser un escándalo”
– ¿Qué ha sentido al ver en Etiopía a esos niños que estamos acostumbrados a ver en los reportajes?
-Unas tremendas ganas de ayudarles. Los niños etíopes son niños sin expresión, siempre tienen la misma mirada. No reflejan en sus rostros ni el dolor ni la alegría. Hay dos provincias al norte de Etiopía a las que el Gobierno no permite el acceso. Han cancelado los permisos a todas las ayudas, incluso a Cruz Roja. Solo UNICEF está allí y estamos haciendo una labor de difusión para que la gente llegue andando, en una larga marcha, al lugar donde tenemos el campamento. Esto es lo que hay que lograr. Esta marcha es muy dolorosa, porque en el camino muchos mueren y los que llegan al campamento se quedan allí, porque ya no tienen fuerzas para regresar. Se les vacuna y se les alimenta. Hay que lograr que lleguen, y con ello llamar la atención del mundo para que se sepa que con seis dólares se puede vacunar a un niño de polio y librarle de esta enfermedad durante toda su vida. En el mundo privilegiado en el que vivimos los gobiernos no hacen todo lo que deberían hacer y eso ya está cerca de ser un escándalo.
-¿Cree que en los presupuestos de cada país debería incluirse una partida para ayudar al Tercer Mundo?
-Absolutamente. Hay países que ya lo hacen, pero hay un aspecto político en la cuestión. Volviendo al ejemplo de Etiopía, allí existe un gobierno marxista y la mentalidad de la gente hace que algunas personas que ayudan y mandan sus cheques a UNICEF indiquen que ese dinero no es para Etiopía. La gente tiene en cuenta la politica y muchos no quieren que su dinero vaya a este país; por eso es muy importante que sepan que UNICEF no manda el dinero al Gobierno, sino que todo él se convierte, automáticamente, en ayuda: en medicamentos, vacunas, alimentos, máquinas para el desarrollo, pero nunca va al Gobierno
-¿Cree que la reciente entrevista Reagan-Gorbachov en Moscú va a traer alguna salida a estos problemas?
-El primer punto positivo es que al menos ya se está hablando de este problema, y ese es un paso adelante. Reagan ha pedido a Gorbachov que interviniere en el caso de Etiopía para mejorar la situación, porque el gobierno etíope es un gobierno marxista que está apoyado por la Unión Soviética y Gorbachov es, probablemente, el único que puede tener una influencia positiva. Todo eso es un proceso bastante lento. No se va a cambiar todo de la noche a la mañana, hay que ser paciente. Pero en Etiopía hay una emergencia, porque existen tres millones de personas que no pueden esperar.
“Amar es aún más importante que ser amado”
Audrey Hepburn ha hecho siempre pocas concesiones en lo que se refiere a hablar de si misma. Esta entrevista supone una de las excepciones. Poco a poco fue dándonos detalles y contestando a nuestras curiosidades.
-¿Ha sido alguna vez feminista?
-No. Yo nunca he tenido problemas en este sentido, porque siempre he sido muy independiente y he tenido la posibilidad de llevar la vida que quería, aunque este no era el caso de todas las mujeres y, por tanto, se necesitaba una evolución de las cosas; por eso, el feminismo me parece una evolución positiva. Lo que no me gusta es que cualquier movimiento se convierta en algo sistemáticamente extremista, y pienso que la mujer, siendo feminista, debe seguir siendo femenina y no querer convertirse en algo parecido al hombre.
-Este año pudimos verla en la entrega de los Oscar ¿Sigue ligada a Hollywood y al mundo del cine?
-Estoy ligada de una forma muy natural. Tengo amigos en el mundo del cine y los conservo. Yo nunca viví en Hollywood, no he sido parte de ese mundo; siempre viví independiente, aquí en Suiza, teniendo mi casa y mi vida aparte. Viajaba a Hollywood para cumplir los contratos de mis películas.
-Díganos: ¿Siente especial predilección por alguno de sus compañeros actores?
-Todos fueron fabulosos, no podría elegir a uno: Bogart, Fred Astaire…Quizá el más especial, por ser el primero con quién trabajé, sea Gregory Peck; me ayudó mucho al principio y aprendí con él. Pude verle en la entrega de los Oscar y sigo manteniendo mi amistad con él.
-¿Le gusta ir al cine como espectadora?
-Sí, me encanta, y soy muy crítica, sobre todo conmigo misma. No me gustan las películas de violencia, me hacen sufrir. ¿Una de mis películas favoritas? Sin duda “Único Testigo” con Harrison Ford. ¿No es maravillosa esa película?
-¿Ve los seriales como Dallas, Dinastía…?
-Me divierten muchísimo, veo con frecuencia “Dinastía”, con esas increíbles ropas y esas casas. Me gusta mucho Joan Collins, es una estupenda actriz. Me encanta el lujo con que se visten a cualquier hora del día con fabulosos vestidos, y siempre bebiendo champán y comiendo caviar ¡Es muy relajante!-ríe Audrey con ganas-.
-Ya es un tópico el hecho de que todas las mujeres llevan mal el peso de los años, pero, sobre todo, las estrellas ¿Y usted?
Audrey utiliza un simpático y sorprendente castellano para comenzar esta respuesta…
-Bien-dice-, hasta ahora. Tengo buena salud, nunca he estado en un hospital. Tengo mis niños, muchos amigos. Todo bien…la tragedia de los viejos-dice volviendo al inglés- es cuando están solos. Es muy importante mantenerse activo, ser útil y, sobre todo, amar, aún más importante que ser amado. Dando amor uno funciona, no se encuentra en un estado pasivo. Es muy feo no tener a nadie a quien amar. Amando te sientes viva.
-¿Se haría usted la cirugía estética?
-Sí, voy a hacérmela. Aún no tengo planes para ello pero me la haré en el momento que sienta que la necesito. Estoy en contra de que la gente se cambie demasiado, que cambie sus rasgos pero los que la necesitan me parece bien que se la hagan.
“Mi deporte favorito es dormir”
Todos recordamos a Audrey Hepburn en su interpretación de “Una cara con ángel” donde hace el papel de una modelo y luce unos maravillosos vestidos. Su físico estilizado fue decisivo para convertirse en la protagonista. Desde entonces Audrey solo se viste en París.
-Desde hace 35 años mantengo mi peso y medidas, no he variado nada. Me visto en el mismo sitio, donde tienen mi talla. Yo elijo los modelos que me gustan de las colecciones y me los envían.
Así pues, Audrey, jamás ha sufrido los horrores de las dietas alimenticias y el esfuerzo del gimnasio
– ¿Cuál es su deporte favorito?
-Dormir. Lo que más me gusta es dormir, ese es mi único deporte. Hago ejercicio paseando a mis cuatro perros- todas las personas deberían tener un perro, está demostrado que es bueno porque te obliga a pensar en él, cuidarlo, mimarlo y cuando eres viejo te hace compañía. Leí una vez una estadística en la que se aseguraba que había menos ataques cardiacos en la gente que tiene perros. Y no hay que olvidarse de que los animales dan mucho afecto.
Además de un gran sentido del humor, fino y agudo, Audrey Hepburn posee muchas cualidades. Es una de las actrices más preparadas de su época y su talento lo tiene bien demostrado a lo largo de su carrera.
-Alguien dijo de usted que es una mujer perfeccionista y muy fuerte.
-No soy la perfección y no espero ser perfecta ni que la gente espere de mí que sea perfecta. La perfección es imposible y afortunadamente no existe. Y en cuanto a fuerte ¿Qué es ser fuerte? ¿Qué significa? A veces en una situación mala la gente dice “!es fuerte!”. Nunca he estado de acuerdo con eso porque, a veces, en situaciones normales se tienen reacciones que hacen pensar lo contrario. No entiendo bien esa definición de ser fuerte en la vida. Talvez la noción no es de fuerza sino de esfuerzo. En ese sentido yo he tenido una educación anglosajona y me enseñaron que uno tiene que hacer las cosas en la vida y no lamentarse. Esto no significa que no sufras.
-¿Qué significado tienen para usted la vida y la muerte?
-¿Se refiere al sentido de la vida?…Es la primera vez que me preguntan sobre esto y es complicado de responder, por eso debo tomarme mi tiempo (Audrey bebe, a pequeños sorbos, agua mineral mientras repite…”el sentido de la vida”…Bien, pienso que para vivir feliz tienes que hacer muchas cosas contigo mismo, y lo primero que tienes que conseguir es aceptar la vida incondicionalmente, para lo bueno y para lo malo. La vida es un todo al que no se pueden poner condiciones. Al menos, esa es mi conclusión. Lo más importante es tener salud y afecto. De la vida sé mucho, pero de la muerte, poco, no tengo experiencia-y rompe de nuevo a reír, salvo que dicen que morir es como dormir, y a mi me encanta dormir, por eso no me preocupa.
“Estoy muy orgullosa de mis dos hijos. El abuelo paterno de mi hijo mayor, Sean, era español”
Audrey Hepburn es hija de padres separados y su historia sentimental le ha hecho vivir dos divorcios. El primero de ellos de Mel Ferrer, con quien estuvo casada 14 añosy con quien Audrey contrajo matrimonio a pesar de la oposición materna, al ser este divorciado ya en dos ocasiones. Con Mel tuvo a Sean, su primer hijo, que llegaba al mundo colmando las ansias maternales de la actriz, que había tenido dos abortos. Ella dejó el cine cuando Sean nació. Luego vendría la separación y al poco tiempo la actriz contraís de nuevo matrimonio, esta vez con el prestigioso médico italiano André Dotti, con quién tuvo su segundo hijo, Luca. Del prestigioso doctor italiano también se divorciaría Audrey, quién desde hace diez años mantiene una estable y bonita relación con Robert Wolders, viudo de la actriz Merle Oberon y poseedor de una gran fortuna que la fallecida actriz le dejó en herencia.
-Mi vida actual es muy sencilla. La mayor parte de mi tiempo ahora la dedico a UNICEF y a mi familia. Mi casa y mis hijos son lo más importante para mí. Vivo en una preciosa casa del siglo XVII, una hacienda, creo que sería la palabra con que denominan estas casas en España, rodeada de plantas y animales, porque me encanta la vida en el campo.
-Háblenos de sus hijos…
-Considero la familia como lo más importante de la vida de una persona. ¡Los niños! Me gustan tanto los niños…, desde que yo era niña –matiza, y vuelve a reír ante su propia precisión – siempre que he cambiado de vida ha sido por causa de los niños. Dejé mi carrera cuando tuve a mis hijos, para quedarme con ellos, y ahora es también por los niños necesitados por lo que he cambiado de vida, para hacer algo por ellos. El mayor, Sean, está casado y vive en Los Ángeles. Su abuelo paterno era español, así que lleva sangre latina. Trabaja como ayudante de producción y dentro de poco me va a dar una gran alegría, por la que estaba esperando hace tiempo: me va a hacer abuela. Él y su esposa esperan su primer bebé y yo mi primer nieto, esto me hace feliz porque lo estaba deseando. Mi segundo hijo, Luca, tiene dieciocho años y termina este mes su bachillerato. Es un joven muy inteligente y va a estudiar Bellas Artes. Vive aquí en Suiza y viene a casa todos los fines de semana. Estoy muy orgullosa de mis dos hijos.
-Quisiera que me hablase de Robert Wolders. ¿Su marido?
-No, no estamos casados pero estamos casados (A Audrey le encantan los huegos de palabras y reír, ríe de nuevo). Quiero decir que no hemos firmado ningún papel pero es mi marido. Él es muy buena persona, tiene un gran sentido del humor y a los dos nos gustan las mismas cosas: el campo, la música, los animales. Lo pasamos muy bien juntos. Es un gran hombre y hacemos muy buena pareja y. además, es muy guapo. Soy muy feliz con él pero, de momento, no nos casamos.
Habíamos concertado una hora de entrevista y sólo faltaban unos minutos para que el reloj marcara dos horas desde que comenzamos. Audrey se despide cariñosa.
Hubo un director europeo que dijo al morir Marilyn Monroe: “Ahora solo nos queda la sonrisa de Audrey”