Es economista y profesor universitario nacido en Barcelona hace 53 años, casado y con una hija de 14, presidente del Instituto Kimmon pero es además grafólogo, conferenciante, escritor, director y presentador de programas de radio y televisión. En su entorno más directo le llaman Quim. Su fuerte es la reeducación de la escritura y él mismo nos explica con pelos y señales en qué consiste y cuan efectiva es.
¿Qué tipo de problemas pueden ser tratados mediante la reeducación de la escritura?
Con el Método Kimmon, que he ideado, se reeduca el inconsciente en aras de mejorar la inteligencia emocional, sobre todo en nueve características: autoconcepto, optimismo, perseverancia, autogestión emocional, iniciativa, extroversión, empatía, paciencia y gratitud.
¿Uno de los casos que más le haya sorprendido?
Todos y cada uno de los casos han sido muy emotivos y entrañables. Permíteme que te cuente muy brevemente algunos. Noemí Grillo a los 63 años, pasó en nueve meses de tener síntomas de depresión a levantarse cantando por las mañanas. Su testimonio se puede escuchar en Internet (programa de radio Via Lliure en RAC 1),y dos años después, a pesar de la enfermedad degenerativa de su marido no ha recaído. Luisa Torres a los 53 años, ha dejado de tomar somníferos para dormir. Hoy se duerme inmediatamente al acostarse, y si alguna vez se despierta a media noche, se pone la grabación de las autoinstrucciones positivas Kimmon, y se duerme enseguida. Montse Leandro y su hija de 12 años, no sólo han mejorado su carácter, sino que su relación, en una etapa muy difícil como es la adolescencia, ha ganado en calidad. Raquel y su marido David, menores de 40 años, dieron un nuevo impulso a su matrimonio en los talleres Kimmon (su testimonio puede verse en mi página web www.quimvalls.com). La Dra. Torrejón de la Clínica Starbene participó en la primera edición del Método Kimmon como voluntaria para el experimento llevado a cabo para mi tesis doctoral (“La reeducación del inconsciente mediante el método grafotransformador) y me ha propuesto crear el “Plan Torrejón-Valls de adelgazamiento definitivo”, para que los excelentes resultados que obtiene sin medicación y sin cirugía a corto plazo, se puedan extender con la educación de hábitos saludables de mi método, a largo plazo. Ahora estamos escribiendo a cuatro manos el libro “Ligera Mente: consigue tu peso ideal porque te da la gana”
¿Puede aplicarse a cualquier edad?
Hoy por hoy nuestra alumna más joven ha sido Paula, la adolescente de doce años de la que he hablado antes, y la más mayor ha sido Bett, una encantadora señora holandesa de 72.
Se puede hacer Kimmon a partir que se tiene una letra definida (aproximadamente sobre los 12 años). Se trata de una edad muy apropiada, ya que se obtienen resultados beneficiosos muy pronto. En adultos, la “letra florece”, en el sentido que explica Martin Seligman en su último libro, a los cinco o seis meses, aunque nuestros alumnos empiezan a advertir cambios positivos en el segundo período de cuatro semanas.
“Se gana una gran autoconfianza y se mejora como persona”
¿Tiene algún riesgo esta técnica?
En el Instituto Kimmon trabajamos con alumnos no con pacientes. Si una persona es tratada psicológicamente, o toma algún tipo de medicación le recomendamos que se ponga en manos de un especialista en salud mental.
Por otro lado hacer “caligrafía”, practicar la autosugestión antes de acostarse, y realizar ejercicios de psicología positiva, no tiene en absoluto efectos colaterales nocivos. Bien al contrario, aunque no lo pretendemos muchas personas han eliminado el insomnio, y todas mejoran enormemente su estado de ánimo. Por ello en enero de 2014 publico el libro “Emocional Mente: reeduca tu carácter para no amargarte la vida”.
¿Cómo has logrado demostrar científicamente que mejora la inteligencia emocional?
Con una tesis doctoral y un experimento con 50 voluntarios que implementaron el método Kimmon, y un grupo de control de otras tantas personas. Ambos grupos cumplimentaron el test psicotécnico VIA de las 24 fortalezas de Martin Seligman al principio y al final (es el test más homologado del mundo en Inteligencia Emocional). El primer grupo mejoró sus resultados en un 300% de promedio con respecto al segundo. Son unos resultados tan espectaculares que ni yo mismo esperaba.
Razones por las que comprar el libro que acaba de publicar “Maravillosa Mente”
Le daré una para no comprarlo, que no le interese crecer a nivel personal, que no desee ser más feliz, ni obtener mejores resultados en su vida personal y profesional.
¿Puede alguien curarse a sí mismo leyendo su libro?
En Kimmon no curamos a nadie: mejoramos la Inteligencia Emocional. Se vive de mejor humor, mejoran las relaciones personales y profesionales, se deviene más optimista y perseverante, se obtienen mayores logros, se gana una gran autoconfianza, y se mejora como persona.
“Reeducamos la letra para mejorar la mente y la vida”
¿Qué es el método “grafotransformador”?
En el libro que escribí junto con la gran periodista Marta Cailà, mostramos como las personas de éxito (De Andreu Buenafuente a Ferran Adrià, de Irene Villa Álex Rovira) tienen una caligrafía común, que denota las nueve características que reseñaba al principio. Lo que hacemos es imitar esos rasgos de escritura, con lo que reeducamos los ganglios basales de nuestro cerebro (que es donde se halla la motricidad fina que nos permite escribir a mano, y donde se ubican nuestros hábitos, desde comer compulsivamente al pesimismo). Como beneficio colateral, como explica el Dr. Amen en su libro “Cambie su mente cambie su vida”, al regular la actividad de los ganglios basales, disminuye la ansiedad y mejora nuestra capacidad de atención. En “Maravillosa Mente” muestro la caligrafía de Tommy un niño aquejado de TDAH, antes y después de que el Dr. Amen lo medicase con una medicina adecuada para los citados ganglio basales: al curarse su escritura mejoró ostensiblemente. Pero como postularon el psiquiatra William James, y el premio Nobel español Santiago Ramón y Cajal, el recíproco también es cierto. De manera que reeducamos la letra para mejorar la mente y por lo tanto la vida.
Hábleme de cómo puede influir esta técnica en las emociones
Como explica muy bien el psicólogo Rafael Santandreu en su best seller “El arte de no amargarnos la vida”, nos complicamos la existencia con esquemas mentales disfuncionales, que son hábitos de pensamiento negativos del tipo “No puedo” “Soy de letras: no sirvo para las matemáticas”, “Con este aspecto nadie se va a fijar en mi”, etc. En “Emocional Mente”, explico cómo sustituir estos esquemas disfuncionales, por otros que nos permitan estar de buen humor la mayor parte del tiempo. Y para cuando se tiene un día de bajón, propongo un Kit Kimmon de primeros auxilios emocionales de gran utilidad, totalmente gratuitos y naturales. En “Maravillosa Mente”, expongo el carácter de las personas de vida plena (felices y de éxito) y enseño cómo emularlo, para liberarnos de creencias limitantes y llegar a ser aquello que deseamos ser.
Con lo difícil que es el acceso a patrones inconscientes ¿podría explicarnos cómo incide en ellos la reeducación de la escritura?
Donde hay patrón (mental) no manda marinero (consciente). El 90% de lo que hacemos diariamente son costumbres que ejecutamos con el “piloto automático”. La clave está en los ganglios basales que se “programan” por repetición. Recuerde su primer día de prácticas de automóvil. Todos nos hicimos un lío con los pedales: el acelerador, el freno, el embrague. Y qué me dice del cambio de marchas y de los diferentes retrovisores. Rememore el primer día de carné de conducir, a buen seguro que se montó en el coche con algún familiar. Recuerde como se agobió si le hablaban mientras intentaba concentrase en el tráfico. “¡O te escucho o conduzco!” tal vez exclamó. Al principio guiamos el coche con la corteza cerebral, es decir, conscientemente. Pero al cabo de miles de kilómetros se es capaz de conducir inconscientemente, escuchando la radio o manteniendo una conversación con el copiloto, porque ya lo llevamos a cabo con los ganglios basales.
Nuestros patrones mentales disfuncionales como el pesimismo, la desazón, el desaliento, etc. se reflejan claramente en nuestra letra cuando escribimos sin fijarnos en la misma (ganglios basales). Si la reeducamos en aras de llegar a ser optimistas y entusiastas lo conseguimos ser casi por arte de magia. Pero cuidado, no es ni fácil ni rápido, no hay atajos, y no se consigue en una semana. Es un entrenamiento de un mínimo de cinco o seis meses (recomendamos nueve) con quince minutos diarios de ejercicios grafotransformadores y autosugestivos, una hora a la semana de praxis en psicología positiva y (opcionalmente) un seminario experiencial y enormemente divertido de cinco horas cada cuatro semanas.
Por Elena Carrera