Los monjes levitan en el aire, sobre un gigantesco túnel del viento en este anfiteatro, diseñado por Mailitis Arquitectos en una montaña china. El teatro donde los monjes Shaolin casi llegan a volar, está en la montaña Songshan (Henan). Esta montaña cubierta de cipreses es Patrimonio Mundial de la UNESCO. Allí está el Monasterio Shaolin, donde nació el Budismo Zen y artes marciales como el Kung-Fu.
El anfiteatro ofrece programas semanales a los monjes que tratan de “volar”, suspendidos sobre una potente corriente de aire que los mantiene levitando. El túnel del viento se eleva sobre una estructura cuya cúspide termina igual que el pico de la colina Cypress. La cubierta cónica esconde una altísima escalera circular que sube alrededor del auditorio central.
Su diseño se inspira en símbolos naturales como la montaña y el árbol. El teatro es plataforma para artes escénicas aunque se centra en actuaciones de los “Monjes Voladores”. Combina tecnologías modernas y antiguas: una superestructura de acero cortada al láser soporta escalones de piedra artesanales, utilizando los recursos locales.
El teatro cuenta con un espacio interior de tres pisos que alberga instalaciones para visitantes y actores. La sala de máquinas del túnel del viento se encuentra en la parte más profunda, cubierta por una superficie perforada que capta aire y actúa como material aislante acústico.
La maquinaria, desarrollada por Aerodium, crea el flujo de aire que va del fondo del túnel al espacio abierto. Austris Mailitis es el líder y padre de una empresa familiar de dos generaciones de arquitectos, con sede en Riga.
«El concepto es contar la historia del Zen y el Kung-Fu a través de actuaciones artísticas y la imagen del edificio. Respetamos la belleza de la naturaleza en este lugar Patrimonio de la Humanidad“.
Por Maria de Juan
María de Juan, marchante de arte y periodista freelance
Fundadora de Asociación Amigos de la Cultura y de la Galeria Max Estrella
Trabajó 12 años en Art Consulting (Nueva York) y en la Fundación Juan March (Madrid)