Muchas veces comemos porque sentimos ansiedad, estamos aburridos o sencillamente es la hora de comer, por no hablar de cuando asaltamos la nevera o el armario de las galletas por la noche. Esto es hambre emocional o comer emocionalmente. Igual que han triunfado las técnicas de atención plena (mindfulness) que es prestar atención a cada instante de nuestras vidas. El yoga del comer es precisamente eso: comer poniendo toda nuestra atención y nuestros sentidos en el acto de alimentarnos y hacerlo cuando tenemos hambre.
Comer conscientemente es Yoga y comer mientras vemos la televisión o sin dejar de trabajar mirando el móvil o el ordenador es hacerlo inconscientemente
no produce ningún placer y puede perjudicar nuestra salud si se convierten en un hábito.
El problema que subyace a todos estos comportamientos es que hemos perdido la conexión con nuestro cuerpo . El yoga del comer consiste en recuperar esta conexión, en estar atentos a interpretar correctamente las necesidades nutricionales de nuestro cuerpo. Si prestamos una atención adecuada, pronto aprenderemos a distinguir el hambre de los impulsos de comer debidos a emociones. Aprenderemos a reconocer los alimentos que realmente necesita nuestro organismo.
Cómo practicar el yoga del comer
- Antes de empezar a comer pregúntate si realmente tienes hambre
- Pregúntate qué te apetece de verdad , qué te pide el cuerpo. Al principio, es posible que requiera un esfuerzo adicional para optar por alimentos de origen vegetal y de temporada pero en poco tiempo te será más fácil porque será este tipo de comida la que más te apetezca.
- Prepara la comida con cariño y cuidado .
- Es bueno beber un vaso de agua para preparar el paladar y saborear los alimentos. Te ayudará a no confundir el hambre con la sed, que son señales que el cerebro con frecuencia no distingue.
- Disfruta observando el plato : fíjate en los colores y tamaños de los alimentos.
- Olfatea la comida dedicando unos segundos a percibir los olores y usa todos los sentidos no sólo el gusto de los alimentos.
- Sírvete porciones pequeñas , comer de un plato más pequeño puede ayudarle a evitar comer en exceso.
- Mastica bien, alrededor de 20 a 30 veces, lo que permite comer más despacio y mejorar la digestión. El cerebro tendrá tiempo de percibir mejor la sensación de saciedad.
- Mientras masticas piensa en el sol que han tomado esos alimentos y en la buena energía que me van a proporcionar.
- Permanece unos segundos en una actitud de gratitud, de agradecimiento a la naturaleza y a los seres humanos que han participado hasta traer los alimentos a tu mesa.
Notarás los beneficios de esa alimentación más saludable : sin esfuerzos, te encontrarás optando por la comida saludable. Lograrás mantener tu peso sin dietas y aumentarás tu bienestar y felicidad a la hora de comer conscientemente.