Así lo acaban de demostrar las investigaciones de la Universidad Nacional de Singapur que han probado y confirmado la capacidad del té para preservar la salud del cerebro. Esta investigación ha sido publicada en “Aging” y ha estado dirigida por Feng Lei constatando que los bebedores regulares de té tienen regiones cerebrales mejor organizadas lo que está asociado con una función cognitiva saludable, en comparación con los que no beben la infusión.
El equipo de investigación hizo este descubrimiento después de examinar los datos de neuroimagen de 36 adultos mayores: «Nuestros resultados ofrecen la primera evidencia de una contribución positiva del consumo de té a la estructura cerebral, y sugieren que beberlo regularmente tiene un efecto protector contra la disminución de la organización cerebral relacionada con la edad«- explica Feng Lei-.
La investigación se llevó a cabo junto con colaboradores de la Universidad de Essex y la Universidad de Cambridge. Estudios anteriores han demostrado que beber habitualmente té beneficia muchos aspectos de la salud humana, y entre sus efectos está la mejora del estado de ánimo y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Anteriormente a esta nueva investigación, el científico Feng publicó otro estudio en “American Journal of Clinical Nutrition” que demostró que el consumo diario de té puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo en las personas mayores en un cincuenta por ciento. El investigador y su equipo exploraron aún más el efecto directo del té en las redes cerebrales y sobre 36 adultos de 60 años o más averiguaron datos sobre su salud, estilo de vida y bienestar psicológico. A los participantes de edad más avanzada les hicieron pruebas neuropsicológicas y resonancia magnética. El estudio duró tres años y finalizó en 2018. Al Comprobar el rendimiento cognitivo de los participantes y los resultados de las imágenes, el equipo de investigación descubrió que las personas que consumían té verde, oolong o negro al menos cuatro veces por semana durante aproximadamente 25 años tenían regiones cerebrales que estaban interconectadas de una manera más eficiente.

El cerebro comparado con el tráfico de las carreteras
«Tomé la analogía del tráfico por carretera como ejemplo: consideré las regiones del cerebro como destinos, mientras que las conexiones entre las regiones del cerebro son carreteras. Cuando un sistema de carreteras está mejor organizado, el movimiento de vehículos y pasajeros es más eficiente y utiliza menos recursos. De manera similar, cuando las conexiones entre las regiones del cerebro están más estructuradas, el procesamiento de la informaciónse puede realizar de manera más eficiente «, asegura el investigador.
Y añade: «Hemos demostrado en nuestros estudios anteriores que los bebedores de té tenían una mejor función cognitiva en comparación con los que no lo ingieren. Nuestros resultados actuales relacionados con la red cerebral apoyan indirectamente nuestros hallazgos anteriores al mostrar que los efectos positivos del consumo regular de té son resultado de una mejor organización del cerebro provocada por la prevención de la interrupción de las conexiones interregionales«.
Como el rendimiento cognitivo y la organización del cerebro están estrechamente relacionados, se necesita más investigación para comprender mejor cómo las funciones como la memoria emergen de los circuitos cerebrales y las posibles intervenciones para preservar mejor la cognición durante el proceso de envejecimiento. Por todo ello, Feng y su equipo planean examinar los efectos del té, así como los efectos de los compuestos bioactivos que el té puede tener sobre el deterioro cognitivo. Los resultados obtenidos sugieren que el consumo regular del té “tiene un efecto defensivo contra el declive en la organización cerebral relacionado con la edad”- resumió el científico-.