Corzos en Alcobendas. Caballos y potros salvajes por las pistas de esquí de Sierra Nevada. Mirlos en el centro de Madrid. Jabalíes en ciudades. Pavos reales “pavoneándose” por el asfalto… Los animales han tomado los espacios cuando los humanos hemos desaparecido de ellos, cuando estamos aislados, confinados. Tal vez estén buscándonos y preguntándose “¿dónde se han metido estos humanos?”-como dicen algunos de los memes que circulan por las redes-.Tal vez sea así aunque nosotros ni nos demos cuenta, en nuestra atareada vida, de que los animales siempre están ahí. Lo cierto es que en estos días podemos ver la rapidez de la Naturaleza en restaurar lo que nosotros devastamos.
Las lluvias torrenciales se han sumado a la limpieza de todos los lugares y es maravilloso sentir y respirar el aire puro de una atmósfera limpia. Madrid y Barcelona sin contaminación. Los campos llenos de flores, con una tonalidad de verdes espectacular. Lugares frondosos. Saltos de agua fluyendo por sitios sonde nunca habían salido…
La Naturaleza siempre genera vida y se regenera ante cualquier atropello humano. Excepto en los casos que ya conocemos en los que la devastación ha sido tan grande, y en tan pocos años, que no le hemos dado tiempo a regenerarse. Lo cierto es que si hoy mismo parásemos todas las agresiones al planeta Tierra reaparecerían las condiciones de vida en su máximo esplendor y podríamos vivir en el mundo que recreaba la película Avatar.
Por eso los seres humanos debemos comprometernos a convivir con la naturaleza, a respetarla y a cuidarla. ¡El beneficio sería tan grande para nosotros! Hace falta un cambio de vida radical. Además de esa parte física, vegetal y animal está la regeneración interna que produce en nosotros un simple paseo por un bosque, la salud viene a través de volver a lo natural, a nuestra tierra, a nuestro medioambiente porque alejarnos de sus prados, bosques, ríos, mares y montañas solo nos trae decadencia, estrés y enfermedades.
Un gran plan mundial para salvaguardar la Tierra y sus maravillas sería una decisión muy acertada, un fantástico propósito común, que nos estusiasmaría, que estoy segura aplaudiríamos todos los ciudadanos del mundo.
Mientras escribo esto llueve a mares y siento el poder del agua cayendo. Sale el arco iris, esa promesa de tiempos mejores, y no me refiero a los meteorológicos que también están ligados al ser humano como todas las fuerzas de la Naturaleza en acción ¿Hay algo más bello?