Movimiento Slow (lento, tranquilo, despacio)

Análisis del Movimiento -Eadweard Muybridge

La chispa que encendió la mecha para la creación de este movimiento en el mundo fue la apertura del primer establecimiento de comida rápida en el año 1986 en la Plaza de España en Roma, Un periodista italiano, Carlo Petrini, levantó la alarma sobre lo que supondría para Italia adoptar los hábitos alimenticios americanos.

Así al tiempo que aparecía en Europa la denominada Fast food (comida rápida) aparece en contraposición la Slow Food (comida lenta) que propone todo lo contrario: recetas de la abuela, productos frescos y naturales, no consumir pre-cocinados, no comer frente al televisor y sí hacerlo en familia o con amigos.

Carl Honoré, autor del libro ‘Elogio de la lentitud’ (RBA), es uno de los teóricos de este movimiento mundial que promueve un ritmo sosegado hasta en las actividades más cotidianas del ser humano. Para este periodista canadiense con residencia en Londres, una vida rápida es una vida superficial, de ahí que la lentitud no tenga nada que ver, sostiene, con la ineficacia, sino con el equilibrio.

La Sociedad por la Desaceleración del Tiempo, que encabeza el Movimiento Slow, realiza todos los meses de octubre una Conferencia Anual en la ciudad turística de Wagrain (Austria), en la que se fomenta el ir más despacio cuando tiene sentido hacerlo. Promueven que cada ser vivo, proceso o acontecimiento tiene su propio tiempo (su “tempo giusto”).

UN MUNDO NUEVO LLENO DE SENTIDO

Cada vez se va ampliando más esta tendencia de hacer las cosas “a conciencia” un dicho español lleno de sabiduría que precisamente se aplicaba cuando una cosa estaba bien hecha y poner de manifiesto que en la alimentación la aceleración comienza desde la granja o los cultivos ya que se utilizan fertilizantes, pesticidas, hormonas del crecimiento, modificación genética para que todo, plantas y animales, crezcan más deprisa. Son muchas por no decir todas las áreas afectadas; están las Slow Cities cada vez son más los pueblos adheridos en Europa. Tiene como objetivos: reducir el ruido y el tráfico, aumentar las zonas verdes, apoyar a quien vende productos artesanales. Lo principal es relajarse, reflexionar, no estar pendiente del tiempo, reducir el estrés y cuidar el medio ambiente.

Hay investigaciones que dicen que el ser humano piensa más creativamente cuando está sereno, libre de estrés, apuro y presión del tiempo. Respecto a la actividad física, hoy parece que la única forma de mejorar el físico es exponer el corazón al máximo. Sin embargo los científicos estudiaron que ejercitarse con más lentitud puede tener mejor resultado, por ejemplo caminar ligero quema más grasa que llevar el corazón a sus máximas pulsaciones. Caminar lentamente hace que nos relajemos y disfrutemos de lo que hay alrededor, de la Naturaleza y de la posibilidad de establecer relaciones.

Si tocamos el área de la Salud vemos que por lo general el profesional de la salud no se toma el tiempo necesario para escuchar y observar al paciente como persona, sino que lo trata como síntoma, enfermedad, órgano enfermo… Este es uno de los motivos por el que muchas personas se acercan a las medicinas alternativas antiguas como homeopatía, acupuntura, aromaterapia, masajes, osteopatía, quiropraxia. En un mundo tan acelerado, estas medicinas se toman tiempo para escuchar y conectarse con el paciente de un modo holístico para curar a la persona en forma integral sin separar el cuerpo de la mente. Y en cuanto al trabajo-como dice Honoré- sabemos que somos menos productivos si estamos cansados, estresados, insatisfechos, enfermos. El trabajo es necesario, puede ser un desafío y dignifica… pero que sea lo más importante y ocupe la mayor parte de nuestra vida es una locura. La lentitud en el ocio, en la escuela etcétera etcétera nos puede devolver a un mundo nuevo lleno de sentido. Como propone el movimiento Slow mundial “vivir despacio no implica que te detengas”

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www.carlhonore.com

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