Nos sobra prácticamente todo lo que nos rodea : los problemas, los conflictos, las prisas, el deseo de tener, de poseer, trabajar cada vez más horas. En definitiva, nos sobra el proyectarnos hacia afuera y la angustia que genera el vivir así, de una manera tan trivial y equivocada. Durante la mayor parte de nuestra existencia no vivimos en absoluto más bien soportamos la vida.
¿Hay alguna otra manera de vivir? Esa es una pregunta fundamental que hay que hacerse si llega un punto en que consideras que llevas una vida insatisfactoria, banal, estúpida y sin sentido. Plantearse esto ya te estará poniendo en la buena dirección porque jamás se encuentra la felicidad fuera,el secreto no está en tener sino en ser. Nada que no esté dentro de ti que puedas ambicionar, puede darte ese bienestar interno.
¿Por qué nos cuesta tanto el encuentro con nosotros mismos? La forma de vivir actual no lo propicia en absoluto; es más, puede que no exista, durante décadas, en la vida de una persona, el sosiego, la observación, el contacto con la naturaleza, cosas muy básicas, y eso acaba creando estragos que se traducen en enfermedades, insatisfacción, depresión, conflictos mentales y emocionales que nos debilitan y afectan de manera muy negativa.
La grandeza humana, la sensibilidad, la belleza que podemos experimentar de maneras muy sencillas está siendo aplastada por una gran apisonadora que es una vida creada alrededor de intereses económicos y ambiciones materiales y, mientras estamos en esa carrera diaria, nos estamos perdiendo vivir, darnos cuenta de lo que nos rodea porque nuestras propias metas y objetivos nos lo impiden.
La verdadera vida, la vida natural, no pasa por la angustia ni por la ansiedad y está compuesta de multitud de sensaciones bellas, que podríamos experimentar en cada instante. Esa vida olvidada y plena nos pasa desapercibida, nace y muere a nuestro alrededor y nosotros ni nos enteramos.
El video que podéis ver a continuación, y que me ha inspirado para escribir esta carta, es un ejemplo de la cantidad de cosas que nos perdemos de nuestro entorno y la plenitud interna que nos procuraría interactuar con esas cosas sencillas y con las personas que nos vamos encontrando.
Como veréis nos sobra casi todo y hay que empezar a deshacerse de toda esa inútil carga.
Queridos amigos os deseo lo mejor
Elena Carrera