Carmen Redondo es una pintora española de gran éxito definida por los críticos como Neo-Simbolista y en estos momentos está muy contenta porque expondrá el próximo 8 de abril en la Rearte Gallery en Viena, Austria.
Carmen y su trayectoria personal y profesional forman un todo indivisible de gran alcance y belleza porque su pintura nos traslada a su propio mundo interior. Sus cuadros llenos de significado transmiten emociones y algo aún más allá de ellas, un mundo rico en matices. Nació en Madrid en 1971 y se licenció en Bellas Artes en la Complutense y en esta entrevista exclusiva nos desvela algunos de sus pensamientos sobre el arte y la vida.
¿Cómo definirías tu mundo personal?
Vivo en una eco-aldea cerca de Madrid y, además de mi actividad como artista, doy clases de yoga en mi propio centro. Mi vida, en apariencia muy tranquila, es muy intensa interiormente.
¿Qué significa el arte para ti?
El arte es todo, es la vida misma. Sin arte, la vida en sí no sería suficiente, y el ser humano tiene la capacidad de hacer de cualquier cosa un Arte (de su vida, de su trabajo, de su familia, de sus aficiones, de ayudar a los demás…), si profundiza en lo espiritual e investiga hasta llegar al verdadero conocimiento, y deja fuera sus meros intereses personales y egoísmo.
Título: “El que manda” Año 2012
Eres una prolífica ilustradora, de textos y libros de gran calado filosófico, espiritual, muy profundos… ¿Qué supone para ti esta faceta?
Pues es una continuación de mi propia línea de trabajo. Me enfrento cada día a la pintura y el dibujo como a una reflexión y aprendizaje continuos. El arte es una herramienta de indagación y descubrimiento, de expresión, de profundización, de diálogo, de denuncia… Saca a la luz, para compartirlo, lo que no es obvio, lo que está al otro lado. Si lo utilizamos sólo para nuestro propio exhibicionismo, pierde magia.
La figura de la mujer es fundamental en tu obra ¿por qué?
Porque es el mundo que conozco y me resulta natural. Me parece lleno de matices, de detalles y emociones que sólo una mujer puede captar. Y en el arte occidental predomina la versión masculina de nuestro mundo femenino.
Casi siempre la retratas desnuda y destacando alguna parte de su cuerpo ¿qué expresan estas figuras femeninas?
Las figuras que aparecen en mis cuadros son arquetipos, la desnudez casi siempre es conceptual, no física. Las mujeres de mis cuadros son elementos de comunicación, puentes hacia el espectador/a, actrices y transmisoras, conductoras.
Título: ¿Hay alguien ahí? Año 2015
¿De dónde nace tu inspiración?
Del trabajo duro y constante, de la introspección, la investigación, el estudio, la reflexión…
Háblame de la exposición que haces en Viena el 8 de abril
Pues la afronto con mucha ilusión y alegría. Me parece un sueño poder viajar a una ciudad tan artística como Viena y compartir allí una parte de mi trabajo. Es todo un reto, allí hay mucho nivel cultural.
¿Cuántos cuadros has elegido y por qué?
Viajarán a Viena 11 óleos sobre lienzo, de medio formato. La exposición se titulará “Al Revés”, porque siento que el camino vital y artístico que he tomado va a contrapelo de la sociedad actual y quería reivindicar una manera de enfrentarse a la vida, al arte, a la sociedad, en la que prima la humanidad, el conocimiento, la cultura, el respeto a los seres vivos y la naturaleza, por encima del mercantilismo, la obviedad, lo fácil, la especulación, el ego…
Título: El renacer de la esperanza Año 2012
¿Consideras que la pintura en general o tu obra en particular puede ser sanadora?
El arte con valores sana el alma de quien se abre a él. Nos ofrece nuevas realidades, como artistas o como espectadores. Y todos podemos encontrar algo de lo que hacer un arte.
¿Qué sientes cuando pintas? ¿Es tu pensamiento el que dirige el pincel o es otra cosa?
Siento que conecto. Que estoy en el lugar adecuado, en el momento adecuado. Primero pienso y después visualizo. Otras siento y después pienso cómo llevarlo al lienzo o al papel. Pero, lo verdaderamente importante, para mí, es ser sincera y llegar a la verdad, a expresar lo que de ninguna otra manera sería posible. Sin la pintura, sin el dibujo, estoy muda.

¡Mucha suerte en Viena!
Quería terminar esta entrevista dándote las gracias, Elena, por permitirme expresarme con tanta libertad, y dándote la enhorabuena por tu excepcional publicación. Gracias, por todo.
Muchas gracias a ti, Carmen, tu realidad es digna de difundir al ser poco habitual, porque vivir es hacer que brille la conciencia en todas las facetas de la existencia y me alegra comprobar que tú lo has conseguido y que lo haces con esa plenitud. ¡Enhorabuena!