Así es, queridos lectores, hay que cerrar bien las cosas hay que cerrar bien cada día, todo lo que nos ocurre en la vida hay que irlo cerrando bien no repetir experiencias, no hay que dejar flecos. Cerrar bien significa terminar, rematar, conocer, comprender cada una de nuestras acciones y podemos estar seguros de que la vida se encargará de no presentarnos los mismos escenarios.
La vida y nosotros no somos dos cosas distintas la vida somos nosotros de ahí la diferencia entre cada uno de los seres humanos. Nuestro psiquismo está creando la representación como un buen sastre hace un traje a medida, a la medida de nuestra comprensión. Tener que repetir historias y enfrentarnos siempre a los mismos patrones de comportamiento nos desgasta mucho porque no somos libres, vivimos en un sueño repetitivo y hay que tener cuidado porque se puede convertir en una pesadilla.
Vivir es estar siempre en el presente y eso ocurre cuando hay unidad de conciencia, no existe intervalo entre ver y actuar. De ahí nace la verdadera acción que no pasa por el pensamiento y en la que no interviene el tiempo. La actividad no es acción, podemos movernos todo el día de un lado para otro pero eso no es acción. La acción es pura comprensión que nace en cada instante y se ejecuta sin esfuerzo.
Si vivimos en el pasado vamos acumulando asignaturas pendientes y tendremos la sensación de no avanzar y si vivimos en el futuro estaremos llenos de preocupaciones, deseos, angustia e incertidumbre y no estaremos “viviendo” en absoluto. Nos movemos en el ámbito del pensamiento que son los archivos de nuestra memoria, la memoria de nuestros ancestros y la memoria de toda la humanidad y eso rige nuestras vidas. Estar en semejantes manos es estar presos, perdidos.
La libertad, la consciencia avanza a pasos agigantados en estos tiempos y va abriendo nuevos caminos, nuevos espacios , porque para que la mente funcione debe tener espacio. Acudir a la naturaleza o estar en silencio son herramientas que nos van abriendo esos espacios, la mente se va limpiando. Y observar, observar nuestros pensamientos sin juzgarlos, nos muestra nuestro psiquismo, nos desvela al saboteador que todos llevamos dentro y la vida cambia radicalmente.
Cerremos pues bien 2014. Hagámosle un hermoso lazo a todo lo vivido porque en verdad fue un regalo y arrojémoslo al fuego de lo conocido, al fuego del olvido.
OS DESEO UN CONSCIENTE, PLENO Y FELIZ 2015
Elena Carrera