La Fitoterapia es una ciencia que se dedica a estudiar el uso del reino vegetal para la prevención y tratamiento de las afecciones de la salud. Es una tradición milenaria que, a través del tiempo, ha probado la eficacia de los componentes de cada planta y sus propiedades. El tratamiento de la salud con plantas está cada vez más demandado y es muy eficaz, ayuda a solventar los problemas de salud más comunes. El desarrollo científico de esta disciplina y el empleo de tecnologías innovadoras han llevado a que los productos naturales tengan una concentración más densa de principios activos y, por tanto, una mayor calidad y eficacia.
Pero ¿cómo elegir un producto natural seguro, eficaz y de calidad? Te lo descubrimos con 3 claves para saberlo:
1-¿Todos los productos son eficaces?
Obviamente, no. Como en otros ámbitos, la calidad de su materia prima condiciona decisivamente los beneficios que genera. Por tanto, no es lo mismo adquirir uno que otro. La efectividad depende de la cantidad que contenga del llamado principio activo que desencadena el efecto terapéutico deseado. Si la dosis de ese compuesto o compuestos es insuficiente, el resultado será incompleto o nulo. Si es muy elevada, pueden aparecer efectos secundarios.
2-¿Cómo se puede diferenciar un producto eficaz del que no lo es?
La mejor manera es que el consumidor se informe y elija los productos de una marca de garantía. Debe desconfiar de todos aquellos que no identifican en su envase el nombre del fabricante, así como de aquellos que no informan de su contenido en principios activos, ya que pone de manifiesto que ni el producto ni sus ingredientes se analizan. Aun así, no faltan otros en los que sí figuran pero que su calidad no es la esperada. Esta circunstancia se debe a que muchos de los fabricantes no hacen analíticas en sucesivos lotes con el fin de abaratar costes. Además, en el caso de los extractos de plantas, las empresas que no disponen de cultivos propios ni de equipos necesarios para elaborarlos, se ven obligadas a comprarlos supuestamente estandarizados.
Habitualmente, el proveedor informa del contenido en principios activos y el productor sólo debe añadir una cantidad fija del extracto en la fórmula sin necesidad de realizar estudios cuantitativos en diferentes series. Entre el 80 y el 90 por ciento de esos extractos tienen una concentración real muy inferior a la que se declara.
3-¿Qué otros factores influyen en la calidad de un producto de fitoterapia?
Aparte de la concentración de principios activos, que debe cuantificarse con los mejores métodos posibles, el consumidor debe tener muy en cuenta la seguridad sanitaria del producto. Es común encontrar en el mercado cápsulas, comprimidos, gotas o jarabes de plantas medicinales con precios muy dispares.
Evidentemente no todos son eficientes. Se diferencian por su calidad. No puede costar lo mismo un producto que contenga planta de mala calidad, cosechada dos o tres años antes, mezclada o no con impurezas u otras plantas más baratas, a las que se les han eliminado los principios activos para elaborar extractos y que, además, carecen de controles analíticos (microbiológicos, metales pesados, pesticidas, radioactividad…), que otras de planta recién recolectada en cultivos ecológicos sometidos a evaluaciones permanentes o periódicas.
El consumidor debe valorar, por encima de todo, que el producto adquirido sea totalmente seguro, que en ningún caso dañe su salud, y que garantice su efecto terapéutico.
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