La medicina natural silenciada

elena carrera-tamanomin

 

Hay algunos remedios en casi todas las casas que pertenecen a la medicina natural que eran y son habituales en los hogares, algunos llamados popularmente “remedios de la abuela” que hasta más de la mitad del siglo XX han estado en boga y han evolucionado. Hoy día ya todos conocemos los ataques que se han perpetrado contra la naturopatía, la homeopatía y la acupuntura entre otras terapias. En estas tres disciplinas que he citado se encuentran las respuestas más eficaces, sanadoras y respetuosas con el ser humano y el planeta. Son las medicinas alternativas.

 

Por supuesto la OMS las reconoce y sin embargo en España el gobierno del PSOE las ataca. Va a por ellas. Hasta el punto de llegar a decir que “la homeopatía es agua con azúcar” Pedro Duque. ¡Que despropósito! Una frase para la historia del desconocimiento más absoluto que alimenta la incultura de todo un país que cree aún, cada vez menos, en su clase política. Pero los temas de salud son delicados porque se juega con el miedo de las personas.

La homeopatía, por ejemplo, forma parte del sistema nacional de salud en Alemania, Suiza, Francia etc porque hay decenas de estudios científicos que avalan su efectividad, son medicamentos. Y tras los ataques vienen las defensas del sector bastante impotente ante la maquinaria mediática del gobierno. Me comentaban expertos de una asociación de estos profesionales que han cerrado el 50 por ciento de los herbolarios en España. Y qué decir de la Medicina Tradicional China, la acupuntura, con 4.000 años de existencia. Como digo raya en la incultura pretender que son falaces.

Mucha gente joven, desde hace unas dos décadas, empezaron ilusionados a formarse en estas medicinas naturales y complementarias en las que hay grandes profesionales. Esto podrán corroborarlo una gran parte de la sociedad española que las han usado con éxito. Todo apuntaba a que era la medicina del futuro, del siglo XXI, de la Era de Acuario, pero no han crecido todo lo que deberían por esa mano negra.

Estos profesionales están desesperados, algunos han tenido que cerrar sus negocios y ahora sólo faltaba el coronavirus, pandemia en la que no se ha contado para nada con este tipo de terapias alternativas. Como si no existieran. Los conocedores de alguna de estas medicinas también preventivas sí hemos recurrido a ellas: vitamina C, té verde, belladona, própolis, equinácea, jengibre etc. Sustancias que son grandes benefactoras del organismo. El cuerpo es una máquina perfecta y basta en muchos casos con subir las defensas para que se cure.

Lamento muchísimo esta situación porque tanto médicos convencionales como terapeutas alternativos pueden convivir perfectamente. La guerra sin tregua no es del sector de la salud es de “otros” con intereses espúreos. Una pena.

 

Por Elena Carrera

Directora Tu Nueva Información

 

 

Artículos Relacionados